El laboratorio de la política italiana vuelve a echar humo. Ha ensayado un nuevo producto exportable y la ha puesto al alcance de los sociólogos, los analistas, la clase política, los mercados financieros y los brujos con bola de cristal que predicen el futuro.
Es una fórmula que ya se está gestando desde hace años y que ahora ha visto la luz. El recién nacido ha motivado burlas y ha generado aspavientos entre los partidarios de una estructura inamovible y los partidarios que nada tiene que cambiar porque, sobre todo, peligran sus zonas de confort.
No es un invento del TBO, elaborado con ingenio y fantasía. Es un producto resultado de una concatenación de realidades e indicios que el poder político y económico (en este caso italiano pero extrapolable a toda Europa) ha querido hacer ver que no existían.
La Democracia -como lo entendemos hasta ahora con un terreno de juego donde la partitocracia hace y deshace - está en sus horas más bajas. Las estructuras de los partidos, el monstruo paquidérmico de un Estado burocratizado e ineficiente, han festejado durante décadas con la corrupción prácticamente impune y esta corrupción ha erosionado los fundamentos de un Palau aparentemente restaurado, pero totalmente podrido en su estructura vital.
La victoria abrumadora del Movimiento 5 Estrellas es fruto del "voto de Panza" que se dice en Italia, como lo es también el liderazgo de la Liga en la coalición llamada de centro. Pero no sólo es eso.
Los "Grillini" no son payasos
El electorado ha respondido con un voto de castigo contra el poder en general, representado por el PD y el centroizquierda oficialista, por los medios de comunicación tradicionales con más difusión, por los beneficiarios del estado de corrupción crónica y los dinosaurios que desde Bruselas las controlan las instituciones europeas.
Pero más allá de una reacción que podría parecer puntual y poco racional, hay también análisis, rigor, seriedad y proyectos alternativos.
El movimiento creado por el cómico Beppe Grillo como parte de un espectáculo crítico e irónico contra el sistema político italiano ha madurado y ha cambiado.
El movimiento creado por el cómico Beppe Grillo como parte de un espectáculo crítico e irónico contra el sistema político italiano ha madurado y ha cambiado.
La bufonada del tour de Grillo, Vaffanculo (literalmente "vaya a tomar por el culo") ha dado paso a una auténtica ola que supera en mucho aquella maquinaria para unir los indignados.
La izquierda se pasa a Cinco Estrellas
Tengo muchos amigos italianos de izquierda, ex votantes del PC, del PD y de grupos más radicales, que el 5 de marzo dieron el voto al Movimiento 5 Estrellas. Y no lo hicieron porque no había nada más donde elegir. Lo hicieron conscientes de que la alternativa en este momento se encuentra en esta formación.
Gente culturalmente preparada, si desea los llamamos intelectuales, escritores, artistas plásticos. Han hecho la opción porque han visto dentro del Movimiento una fuerza nueva y prometedora. Un factor de cambio, la posibilidad de enviar a casa ( "é hora de mandarli en casa") todos los que mantienen un estado de privilegios.
Un paseo por el acto final de campaña en la Piazza del Popolo de Roma (los únicos que se atrevieron con un gran espacio) me permitió captar señales claras de un Movimiento muy joven, con chicos y chicas ilusionados con un proyecto de Democracia 2.0 que plantea una sociedad muy alejada de lo que muestran por ejemplo "Il Corriere", "la Repubblica", Canale 5 o la RAI.
Chicos y chicas que no quieren irse del país para buscar oportunidades, como han hecho muchos compañeros suyos. Tienen esperanza en un cambio que debería conllevar más trabajo para los jóvenes y más atención a una realidad digital que el Movimiento ya utiliza con éxito desde hace tiempo.
Gobiernen o no, 5 Estrellas no parece una moda pasajera. Ha ganado para quedarse y si el bloqueo puerta a nuevas elecciones no las temen. Podrían conseguir incluso una mayoría sólida.
Olvidar Grillo con moderación
El joven líder Luigi di Maio no es ajeno a esta victoria. Los italianos ya no votan un cómic como candidato a primer ministro. Lo han hecho por un nuevo dirigente que ha conseguido hacer olvidar Beppe Grillo y su discurso llamativo, radical y grosero. Un candidato napolitano, siempre encorbatado, elegido en un voto abierto por internet.
Con él, se ha moderado el discurso antisistema , anti-Unión Europea y hasta ahora favorable a la salida de Italia del euro. Besar la reliquia de san Genaro le ha facilitado el voto católico, que en Italia sigue teniendo un peso, y prometió una renta garantizada la ha llevado a conquistar un sur todavía caracterizado por la desigualdad, la pobreza y la violencia.
Feudos tradicionales del Partido Democrático y de Forza Italia se han visto sacudidos por la ola populista de 5 Estrellas. "Un triunfo postideològic", proclamó Di Maio. Un triunfo contra todos los medios de comunicación que los han ignorado, marginado y despreciado. Una estrategia llena de ceguera que los italianos han rechazado en las urnas.
Se profundiza la división norte-sur
Otro populismo más peligroso ha arrasado, sin embargo, el norte italiano. Un país partido tradicionalmente en dos mitades por cultura y tejido social y ahora más dividido que nunca con dos opciones políticas muy incompatibles.
La Liga ha capitalizado el voto del miedo , el debate contra una inmigración que es de sólo el 8% pero que el partido de Matteo Salvini ha presentado como una seria amenaza para la seguridad.
El discurso racista de Salvini , que promete expulsiones masivas de inmigrantes, ha calado y se ha traducido en votos. La promesa de bajar impuestos ha obtenido también réditos electorales. Su éxito ha llevado al "sorpasso" - que hasta ahora parecía imposible - de La Liga en la Forza Italia de Berlusconi en la mal llamada coalición de centro, ahora transformada en ultraderecha xenófoba y también antieuropea.
El drama de los partidos del viejo Estado
Derrotados Silvio Berlusconi y también Matteo Renzi , en Italia se dibuja un panorama de transformación radical de las dos únicas fuerzas que defendían el viejo Estado, como lo conocíamos hasta ahora.
Berlusconi perd l'última possibilitat de refer-se i venjar-se de la seva inhabilitació política pels escàndols de corrupció. Renzi, en caiguda lliure des de la dimissió per la derrota el 2016 de la seva proposta de reforma constitucional, queda esmicolat.
La proposta oficialista del Partit Democràtic -erosionat per les lluites caïnites- ha estat castigada amb duresa per un electorat cansat de l'anomenada vella política. Un electorat disposat a provar novetats, a creure en promeses (algunes potser poc realistes) i a donar suport a formacions que li han guanyat terreny a les fàbriques, la universitat, el carrer. Els vells escenaris abans inexpugnables, els feus des de sempre dominats pels hereus del Partit Comunista.
I si s'encomana a Europa l'experiment italià?
Populismes d'extrema dreta a l'Europa oriental (Polònia, Hongria, República Txeca...) ja s'han consolidat.
Però als grans estats de l'Europa occidental encara no han assolit del tot un paper rellevant. A França, el Front Nacional, ara Reagrupament Nacional, va sortir derrotat pel fenomen poc alternatiu i també populista de Macron, però la formació ultra de Marine Le Pen no ha dit encara l'última paraula.
No hem d'oblidar que Itàlia és la tercera economia de la zona euro i, ara per ara, s'erigeix com una novetat en aquest dibuix d'una Europa convulsa que pot seguir els passos que hem vist als Estats Units amb la victòria i el mandat del president Donald Trump.
Intents com Syriza a Grècia van ser aixafats sense contemplacions pels poders polítics i econòmics que dominen Europa..Ciutadans i Podem a Espanyas'ofereixen com a "solucions" contra la vella i corrupta política de cara a unes futures eleccions.
El laboratori que treu fum
El producte "miraculós" que ha sorgit del laboratori italià no és el del compromís històric que preparaven Enrico Berlinguer i Aldo Moro durant la guerra freda, no és el producte de "màrqueting" que va idear Berlusconi per omplir el buit deixat per la desapareguda Democràcia Cristiana. Ni tan sols és equivalent a la dolorosa i traumàtica transformació del vell PCI en una formació a l'estil del Partit Demòcrata nord-americà.
Ahora, en un mundo radicalizado hacia el conservadurismo, el Movimiento 5 Estrellas y La Liga son productos experimentales poco homologables a los ya conocidos.
En Europa, la crisis, la ineficiencia institucional comunitaria, la corrupción, los movimientos migratorios y la falta de un liderazgo sólido son terreno abonado para que del laboratorio italiano salgan nuevas fórmulas. Productos que son una incógnita y también un desafío para unos sistemas democráticos que se van transformando hacia un no se sabe qué.
fuente: ccma
fuente: ccma
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