Cuando un ser muere, su interior, vuela más allá del cuerpo físico, y aspira a obtener el Plan Alto, donde se le ofrece una estancia de descanso, una cura, antes de renacer, para completar su evolución, o ganar el plan existencial superior.
Soy Catalina:
Vengo desde más allá, de las barreras aparentes de este mundo. Nosotros en el más allá, sostenemos más allá, más allá de todo.
No hay más espacio o tiempo que cuantificar, no hay límites para nuestras aspiraciones, nuestros viajes.
Entendemos que también, somos lo real que experimentamos, que depende de nuestra actuación y pensamiento creativo.
Podemos explorarlo de muchas maneras. Sí, cuando morimos, ascendemos a reinos que dependen principalmente, de nuestra visión de la muerte. Si no creemos en nada, nos encontramos en una especie de nada sin forma, antes de ganar el plano superior, brillante, acogedor, donde desaparecen todos nuestros seres queridos, toda nuestra familia de luz. Nos están esperando, pero solo podremos verlos, si creemos que es posible. ¿Entiendes?
Muchas almas, se retrasan en el camino de la evolución espiritual, en el astral inferior, porque niegan esta supervivencia de la consciencia, la interioridad del ser. Solo les importa el sobre, la apariencia del cuerpo, que es solo un abrigo, una superficie. ¿Entiendes?
Cuando un ser muere, su interior, vuela más allá del cuerpo físico, y aspira a obtener el Plan Alto, donde se le ofrece una estancia de descanso, una cura, antes de renacer, para completar su evolución, o ganar el plan existencial superior.
Muy a menudo, los suyos, se basan en apariencias: el auto más hermoso, la casa más grande, la familia, los amigos más brillantes, los más prominentes. Esto es, ante todo, para satisfacer su ego. No comprendes, que a veces, los seres, pueden estar satisfechos con poco. Te invitamos a más contemplación, más meditación. Esta retroalimentación sobre ustedes, será beneficiosa, avanzarán.
A veces, para avanzar, hay que girar un poco. A nuestro nivel, esto nos está permitido, todos los días. Nos ayuda a evolucionar, bien centrados en nuestro corazón, en nuestro cuerpo, siempre escuchando lo que son, pequeños signos de la naturaleza, la alegría infinita, de estar conectados con el Gran Todo.
Te agradezco y te abrazo, por tu cuidadosa lectura, Soy Catalina, a través de Aurelia Ledoux.
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