PUBLICADO ELMARTES, 12 FEBRERO 2019 12:07ESCRITO POR BERNARDO MAQUEDA
Arabia Saudí, ese país para el que fabricamos armamento, con la justificación y el apoyo de Podemos, y muy especialmente del alcalde de Cádiz, el mítico y perroflauta AntifascistaKichi González.
No hemos escuchado ahora ninguna condena del partido de Pablo Iglesias (que andamuy ocupado con sus menesteres paternales), ni de la ministro de Defensa, Margarita Robles,ni del ministro de Exteriores, José Borrell.
Por supuesto no se pronuncia -siquiera por twitter- la Casa Real, amiga, "pariente" e íntima del tirano saudita, que tantas comisiones ha proporcionado al Rey Emérito con la construcción del AVE a La Meca.
Arabia Saudí, ese país amigo y hermanado con España, en el que no se respetan los más elmentales derechos humanos de las mujeres(sin que las femiestalinistas se lancen a las calles a condenarlo), ni de los homosexuales(sin que ningún colectivo LGTBI pronuncie ni una sola palabra).
Arabia Saudí, ese país al que vendemos armamento.
Arabia Saudí, el mayor financiador y suministrador de armas a los terroristas de Estado Islámico.
Pero pese al silencio de España (un silencio que va desde la Jefatura del Estado hasta el propio Gobierno, pasando por todos los dirigentes políticos y representantes de los movimientos sociales), y pese a que "la prensa del sistema" no tiene un minuto para informar del suceso, la última aberración producida en Arabia Saudí ha conmocionado al mundo entero.
Zakaria Al-Jaber, ¡tan solo un niño de seis años! ha sido decapitado en presencia de su madre.
Los autores, radicales musulmanes protegidos por la Jefatura del Estado.
El delito del niño, pertenecer a una "rama incorrecta" del Islam.
Lo decapitaron.
Y España (la España oficial) guarda un vergonzoso y cómplice silencio.
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