El COVID-19 no es un virus, es un exosoma influido por la contaminación electromagnética
Al mismo tiempo que se nos impone la tecnología 5G, se publican infinidad de estudios científicos que advierten sobre los efectos negativos de la contaminación electromagnética en la salud. Algo no funciona correctamente.
Es la contaminación lo que debilita el sistema inmune y, como consecuencia, la gente muere por varias causas, incluso la gripe estacional y todas las muertes se etiquetan como coronavirus.
Investigadores y Científicos como Magda Havas, Annie Sasco, David Carpenter o Ceferino Maestú, que participaron en las II Jornadas Científicas organizadas por la Asociación de Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (EQSDS) en Segovia septiembre-2019, advirtieron que la tecnología 5G irá acompañada de un aumento de una variedad de patologías, desde infertilidad a enfermedades neurológicas y cáncer.
"Es una estafa. Y empeorará, porque al desviar nuestra atención de las verdaderas causas, el problema se agravará. Cuando la 5G esté plenamente desplegada en la Tierra y el espacio, van a morir cientos de millones de personas y se culpará a otra pandemia. No es un virus, es un arma electromagnética" indicaron.
Es la contaminación (fracking, chemtrails, glifosato, aditivos tóxicos en alimentos, medicamentos y vacunas, etc.), y sobre todo la contaminación electromagnética (celulares, wi-fi, etc.), que es el elemento clave pues se encarga de transmitirlo por la atmósfera, disminuyendo el pH del cuerpo y así debilitar el sistema inmune. Al reducirse el pH se reduce considerablemente la solubilidad del oxígeno en el organismo. La célula necesita oxígeno, alcalinidad y nutrientes, algunos de los cuales son oligoelementos, presentes en el agua de mar (terapia de René Quinton). Un pH ácido causa hipertensión, diabetes, cáncer, cardiopatías, y permite la proliferación de todo tipo de patógenos. Arthur Firstenberg, en su libro The Invisible Rainbow (El Arcoíris Invisible), demuestra que estos “factores de riesgo” son causados por los campos electromagnéticos artificiales. [Descargar el libro aquí]
Un sistema inmune sano puede con cualquier virus. Además, según Rudolf Steiner los virus ni siquiera son agentes patógenos presentes en el medioambiente, sino partículas inofensivas excretadas por las células para recuperarse de una intoxicación, incluida la intoxicación electromagnéticas, llamadas exosomas, que la célula libera bajo estrés, físico, psicológico o electromagnético.
Pero incluso los virólogos convencionales admiten que los coronavirus son muy comunes y bastante inofensivos. Es absurdo que hagan colapsar al sistema de salud, a menos que este no sirva. Dos tercios de las personas tienen coronavirus en pequeñas cantidades inofensivas y darían positivo en los test PCR de coronavirus, que aun excluyendo contaminación, no detectan qué variante es ni en qué cantidad es decir, si la carga viral, que no se mide, alcanza para enfermar. De hecho, el Covid-19 es un exosoma.
Para que el mal continúe y progrese es indispensable que se nos mantenga ignorantes de las verdaderas causas y los verdaderos responsables de los problemas, culpando a chivos expiatorios de todo tipo. Se combaten los síntomas, las consecuencias, en vez de atacar las causas de los problemas, para que estos continúen y se agraven. El mal y la mentira son dos caras de la misma moneda, no puede existir el uno sin el otro. Nos convencen de que lo bueno es malo y lo malo es bueno, que lo cierto es falso, y que lo falso es verdadero, para que nosotros mismos empeoremos las cosas, creyendo que hacemos lo correcto, como con la contraproducente cuarentena, que expone aún más a las personas a wi-fi y los móviles mientras las privan del sol que necesitan para sintetizar la vitamina D3, necesaria para su sistema inmune. Miles de niños que deberían de estar en la escuela aprendiendo, ahora tienen entre sus manos un teléfono móvil jugando virtualmente. Venga más contaminación electromagnética. Sigamos contribuyendo a enfermar a la Sociedad desde temprana edad.
Y empeorará. Es la nueva 5G lo que está enfermando a la gente, en China, Europa y EEUU. La frecuencia de 60 GHz de la 5G es absorbida por los átomos de oxígeno de nuestro cuerpo, impidiéndoles vincularse a otros átomos y moléculas, como la hemoglobina o la clorofila. Los tejidos vivos se asfixian. Ya hay satélites cubriendo toda la Tierra con 5G y decenas de miles más van a lanzarse este año y el próximo. Con nuestro consentimiento, controlan los medios, las universidades, la educación, los bancos, las religiones, los gobiernos, las corporaciones, los organismos internacionales, las mafias, los servicios de inteligencia, todo lo que nos dicta lo que debemos creer, pensar, decir y hacer.
Lean a David Icke, porque sin un poco de verdad vamos a acabar todos en el infierno pidiendo un aplauso para el asador. Este camino conduce, vía dictadura mundial, al fin de la especie humana como la conocemos, a su transformación en otra cosa, compatible con el desierto tóxico y radiactivo que están creando. El mal y la mentira pueden progresar indefinidamente y lo harán, pero el cuerpo humano sólo puede resistir hasta cierto punto.
¿En serio no se dan cuenta de que, en nuestras narices, con una mentira y un arma electromagnética, nos están robando el mundo, la alegría, el futuro, la libertad y la vida?
¿Nadie se da cuenta que las soluciones propuestas, la cuarentena, la conectividad inalámbrica, los desinfectantes tóxicos, las vacunas, son contraproducentes?
¿En serio creen que esto va a terminar bien, que van a recuperar la libertad que tenían? De ninguna manera. Quizá con suerte recuperen ahora una fracción de ella pero, ya que funciona, habrá más “pandemias”, cada vez peores.
Otra vez los Nazis. Otra vez la dictadura. Como con las Malvinas, otra vez todos repiten lo mismo, todos están de acuerdo en dejarse arrastrar hasta el matadero, todos hipnotizados. Nadie habla de otra cosa. Para los supuestos “infectados” locales de Coronavirus, nadie investiga otros factores de riesgo: Distancia de su vivienda a la torre de telefonía móvil más cercana, dieta, medicamentos que toman, vacunas que recibieron.
¿En serio nadie se da cuenta del nivel ridículo de toda esta alharaca histérica, exagerada, delirante e hiper-promocionada por un virus que no existe? Es una farsa, una estafa. Este es el típico humor satanista. Sin dignidad ni inteligencia, el patético humano obedece y se rinde sin pelear. Una especie así no merece sobrevivir. Como dice el periodista italiano Roberto Quaglia en su video Sbalorditive coincidenze, si seguimos así la humanidad va a merecer el premio Darwin a las especies que se extinguen por su estupidez.
Si tanto les importa la gente, ¿por qué no reforzaban el sistema inmune de la gente para que no muriera de “gripe”?
¿Por qué en 2019 había más muertos por gripe pero no importaban, y en 2020 sí? Porque no había 5G, y ahora estamos a sólo diez años de que en 2030 se cumpla el 2000 aniversario de la Crucifixión de Cristo. La religión es la peor de las enfermedades mentales. Que se lo digan a los judios. Ellos no tienen instalaciones de 5G en su 'tierra santa'. Confírmelo en internet, por favor.
¿Disfrutan el innecesario arresto domiciliario, la dictadura, la Tierra sin humanos? ¿Para esto vinieron al mundo? ¿Vale la pena vivir así? El humano tal vez no sea más inteligente que el Neanderthal en cuanto a asegurar su supervivencia, pero al menos su alma tiene la dignidad suficiente para no encarnar en la futura raza esclava artificial.
En breve, las compañías eléctricas empezarán a utilizar la tecnología 5G para conectarse a sus contadores inteligentes, los cuales recorren sus radiofrecuencias por todo el cableado eléctrico de las viviendas, llegando a cada enchufe de tu casa. Incluso cuando estás durmiendo, el 5G estará funcionando y contaminando en tu dormitorio dentro de poco
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