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22 de diciembre de 2018

El Club Bilderberg apuesta por Ciudadanos para evitar “la insurgencia de un partido patriótico y contrario a la élite mundial - “La Unión Europea no tolerará la insurgencia de un partido antimundialista en España”.

LA ELITE CON SOROS NO QUIEREN A VOX EN ESPAÑA
EL GOBIERNO A LA SOMBRA DEL MUNDO APOYA A CIUDADANOS EN CONTRA DE VOX.
Prevenir la salida de Grecia del euro, desacreditar la campaña británica para su salida de la Unión Europea y canalizar en el partido Ciudadanos la creciente desafección de los votantes españoles hacia los partidos tradicionales, fueron tres de los principales asuntos acordados durante la reunión anual del Club Bilderberg celebrado en Austria.

“La Unión Europea no tolerará la insurgencia de un partido antimundialista en España”. Las palabras del exsecretario general de la OTAN y miembro de Bilderberg, Javier Solana, fueron reveladas por una periodista experta en el manejo del elitista club. Los miembros de la organización están en contra de los partidos identitarios o contrarios a que los países europeos cedan su soberanía a favor de una institución supranacional”. 

RC.- Prevenir la salida de Grecia del euro, desacreditar la campaña británica para su salida de la Unión Europea y canalizar en el partido Ciudadanos la creciente desafección de los votantes españoles hacia los partidos tradicionales, fueron tres de los principales asuntos acordados durante la reunión anual del Club Bilderberg celebrado en Austria.
“La Unión Europea no tolerará la insurgencia de un partido antimundialista en España”. Las palabras del exsecretario general de la OTAN y miembro de Bilderberg, Javier Solana, fueron reveladas por una periodista experta en el manejo del elitista club. Los miembros de la organización están en contra de los partidos identitarios o contrarios a que los países europeos cedan su soberanía a favor de una institución supranacional”.
Bilderberg considera que “los patriotismos son peligrosos”. ¿Peligrosos para qué? Para la propuesta de Javier Solana, exsecretario general de la OTAN y miembro de Bilderberg: “Europa puede y debe ser una especie de laboratorio de lo que pudiera ser una especie de gobierno mundial”.
Por eso, cuando el actual presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, recibió en julio pasado una invitación para incorporarse a las “reuniones de trabajo” de Bilderberg, estaba siendo elegido para representar los intereses del selectivo club en medio de la convulsionada arena política española. Construir una España a la medida de la élite global y no de los españoles, es uno de los objetivos del club. Esa intención recuerda el planteamiento de David Rockefeller (fundador de Bilderberg y de la Comisión Trilateral), quien, a mediados de la década de 1990, aseguró: “Algo debe reemplazar a los gobiernos y el poder privado me parece la entidad más adecuada para hacerlo”.
Los planes de Bilderberg para España pasan sin embargo por la influencia de partidos que estén estrechamente dirigidos por los que tienen el poder económico. El riesgo de que la desafección ciudadana hacia las ineficientes instituciones democráticas fuese canalizada por una formación en la órbita de la extrema derecha llevó a los miembros de Bilderberg a poner en marcha las operaciones de promoción de Ciudadanos y Podemos como posibles recambios a los partidos hegemónicos desde 1982. Para bloquear cualquier salida patriótico-identitaria a la pérdida de credibilidad de la oligarquía de partidos, con el riesgo además de un acercamiento de España a Rusia, los socios del Club acordaron relanzar las opciones electorales de Albert Rivera. Ellos son los que deciden a quién promocionar y a quién no. Los socios poseen los bancos más importantes, por lo que hacen y deshacen lo que quieren ya que ellos tienen el dinero y el poder. El Club está formado por los poderosos y ricos del mundo, desde jefes de gobierno hasta la realeza europea. También los grandes de los medios de comunicación. Entre los españoles asistentes al encuentro de Austria figuraron la heredera del imperio del Santander, Ana Patricia Botín. Y, cómo no, el omnipresente Juan Luis Cebrián. Precisamente, un banquero próximo a Botín declaró el pasado mes de junio que abogaba por la creación de “una especie de Podemos de derechas”, en clara referencia a Ciudadanos.
“La UE y la moneda común es el proyecto favorito del club Bilderberg y si este pilar del Gobierno global empieza a desmoronarse, va a socavar lo restante de la arquitectura del Gobierno global”, afirmó el periodista Paul Joseph Watson. De ahí la importancia de “tener atados y bien atados” a todos los partidos con opciones para la gobernabilidad. En el caso de Ciudadanos, tras la última cumbre de Bilderberg, sus dirigentes parecieron captar el mensaje y comenzaron a marcar diferencias con los sectores españoles más conservadores en asuntos como el adoctrinamiento de género, la aceptación del aborto, el apoyo a los matrimonios entre personas del mismo sexo y el respaldo a la llegada ilimitada de refugiados sirios, entre otros. Era lo que se esperaba de ellos. Eso o la marginalidad económica y mediática.
Hubo un suceso clave para entender hasta qué punto el partido de Rivera está dispuesto a combatir cualquier opinión que cuestione los ‘dogmas’ de la ingeniería social. El líder de Ciudadanos bloqueó la candidatura de Alfredo Perdiguero, el subinspector de la Policía colaborador de ‘La Ratonera’ y secretario del sindicato SIPE, que tenía previsto integrar la lista de la formación en la Comunidad de Madrid, por afirmar en Twitter que “muchas mujeres ponen denuncias falsas” de violencia de género y quejarse de que “en cuanto se denuncia malos tratos físicos o psíquicos se manda detener a la pareja.
Además de los asuntos concernientes a España, el grupo acordó intentar seguir aislando a Rusia, suministrando armas al Ejército ucraniano y fomentando un amplio enfrentamiento con la OTAN.
Este sería uno de los pasos para inhabilitar al BRICS en el desafío al sistema unipolar.
La invitación a Jim Messina, consejero delegado de Messina Group, una de las organizaciones detrás de la campaña de reelección de Obama en 2012, evidencia que la elección de Bilderberg para las presidenciales del 2016 es Hillary Clinton, también entre los invitados.
Daniel Estulin, uno de los principales expertos en este club, cuenta que se constituyó del 29 al 31 de mayo de 1.954, en un hotel de una localidad holandesa, el Bilderberg, de ahí su nombre.
“En la primera reunión, se acordó que se fundaba, para tratar las complejas relaciones del mundo, ya que se descubrió que USA y Europa Occidental no estaban trabajando coordinadamente, de ahí que se acordaran debates regulares y confidenciales en pro de un mejor devenir de occidente, tras el difícil periodo de posguerra. El fundador fue el príncipe Bernardo de Holanda. El sacerdote jesuita y masón de grado 33, Joseph Rettinger, uno de los miembros más importantes del Club, se dice que fue en realidad, su verdadero fundador. Miembros claves “de dos de las familias más poderosas del mundo, escogieron personalmente 100 participantes procedentes de la élite mundial con el secreto propósito de cambiar Europa”. De estos debates se salen con unas ideas de consenso comunes para todos, de ahí que las políticas de los países, a pesar de ser de distintos signos ideológicos, sean las mismas para todos. Aunque alguien quiera comprar una invitación para asistir a una sesión de este Club, es totalmente imposible. El asistente debe ir solo, sin familiares ni nada, y los de su seguridad, no pueden asistir a las conferencias y deben comer en una estancia aparte. Está prohibido que los asistentes ofrezcan entrevistas a los periodistas. Para cada reunión se alquila un hotel completo, el cual es revisado por agentes de la CIA y el Mossad; se revisan también los planos del edificio y a los sospechosos se les envía a sus casas durante los 3-4 días que dura el congreso… El país donde se realiza la reunión, despliega militares, servicios secretos, policía local y nacional y guardias privados; cualquier cosa para la seguridad de los más poderosos, es poco. Todos los gastos de los asistentes, están incluidos, pues los paga el Club. Según se lee, “en 2.003 la factura telefónica de David Rockefeller ascendió a 14.000 € en 3 días”. Los cocineros, son los mejores del mundo. Una de estas reuniones de 4 días cuesta unos diez millones de euros, o sea, más de lo que cuesta pagar un viaje del Papa o un presidente de EEUU, claro que éstos dos, son menos importantes que los socios del Club.
El Grupo organiza cuatro sesiones diarias, 2 cada jornada, menos el sábado que sólo es una temprano, pues por la tarde hay actividades de ocio como el golf, viaje en helicóptero, etc. Cada país envía normalmente una delegación de 3 representantes: un industrial, un ministro o un senador y un intelectual o editor; quien más envía es USA, pues es el país más grande; países pequeños envían menos delegados. El número máximo de delegados es de 130, dos tercios de Europa y el resto de EEUU y Canadá. La mayor parte de los delegados hablan inglés, aunque la segunda lengua de trabajo es el francés.
La regla de Chatham House consiste en que los participantes de una reunión pueden divulgar la información que se ha generado en ella, pero deben guardar silencio acerca de la identidad o afiliación de quienes la han facilitado…, con ello la gente puede hablar a nivel individual, sin tener que decir dónde lo han oído, ni quién lo ha dicho. Los participantes dicen que asisten como ciudadanos privados, y no como representantes con un cargo determinado.
Los miembros del Club, pueden vender armas y drogas a otros países e interferir en las políticas de otros países. El Bilderberg siempre ha sido administrado por un reducido número de personas, nombradas por un comité de sabios del propio Club. Los miembros no siempre están de acuerdo en los temas que tratan, así por ejemplo en la guerra contra Irak, hay controversia, pues el verdadero motivo era la gratuidad del petróleo y del gas natural para USA y algunos decían que no debieron decir lo que dijeron del por qué lo invadían, sino el auténtico motivo. Por ejemplo, como Tony Blair no incluyó a Gran Bretaña en la moneda única, fue cambiado por otro más maleable: John Major. John Williams dijo que algunos de la élite occidental van para hacer presión en lo de: “lo que es bueno para los bancos y los grandes empresarios, es bueno para todo el mundo. Es inevitable y revierte en beneficio de la humanidad.” A uno de los fundadores del Club, Otto Wolff von Amerongen, se le reconoce el mérito de empezar relaciones comerciales entre Alemania y la antigua Rusia, pero también tiene vínculos nazis y participó en el robo de acciones a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial; de él se decía que fue espía nazi en Portugal; su trabajo consistía en vender el oro saqueado de los bancos centrales y las acciones robadas a los judíos; también comerciaba con tungsteno, que se usaba para fabricar rifles y artillería.
Existen una serie de normas para participar en las reuniones, como el número de asistentes de cada grupo y el tiempo de participación de cada uno (5 ó 3 ó 2 minutos). Se aconsejan a los participantes que se preparen sus intervenciones; los pocos documentos que el Club distribuye (precisamente para que no quede constancia de lo que se trata en estas reuniones) ponen: “’Personal y estrictamente confidencial. Prohibida su publicación’. Existen aproximadamente 80 miembros activos que asisten cada año de forma continua a las reuniones, y luego un número variable de personas invitadas; algunos son por ejemplo, expertos en alguna materia sobre la que se desea saber, etc. Bill Clinton, Tony Blair, Romano Prodi y George Roberston, asistieron al Club y poco después fueron nombrados presidentes de sus países. Otros asistentes han sido Esperanza Aguirre y Jordi Pujol (quien no cuajó en la reunión y se le apartó definitivamente del mismo). Miterrand, después de fracasos continuos, fue resucitado por orden del “Comité de los 300” (el hermano mayor de Bilderberg); le cambiaron la imagen y lo auparon al poder, y eso que pocos días antes fue rechazado por el partido de Le Pen y gran parte de su propio partido. Intervienen en los grandes movimientos y cambios de presidente y de gobierno, como en Turquía en 1.996, en Italia en 2.004, etc. Antes de esos cambios, se produjeron reuniones de los líderes en las conferencias del Club”.

1 de mayo de 2017

LOS FRANCESES HUMDEN SU PROPIO BARCO


por Thierry Meyssan


25 Abril 2017
del Sitio Web RedVoltair

Versión en ingles







Estamos siendo testigos de un viraje histórico en Francia, donde el antiguo espectro político vuela en pedazos y está apareciendo una nueva fractura.



Abrumados por la intensa propaganda mediática que inunda su país, los franceses han perdido las referencias esenciales y se empeñan en ver líneas rojas que ya ni siquiera existen, a pesar de que los hechos son muy claros y de que ciertas evoluciones son perfectamente previsibles.










Celebración privada en el restaurante parisino La Rotonde.



Considerado ya como nuevo presidente de Francia, e incluso felicitado como tal, el aún candidato Emmanuel Macron recibe jefes de las empresas que se cotizan en la Bolsa de París y personalidades del mundo del espectáculo justo después de anunciarse el resultado de la primera vuelta de la elección presidencial.



Aquí aparece conversando con su amigo, el banquero Jacques Attali.



Después de una campaña electoral tremendamente agitada, los franceses eligieron a Emmanuel Macron y Marine Le Pen para disputar la segunda vuelta de la elección presidencial.

En este momento, y es un hecho que está lejos de ser casual, ya casi todos los candidatos ahora eliminados, exceptuando a Jean-Luc Melenchon, han llamado a sus electores a votar por Macron, quien debería por tanto alcanzar fácilmente la victoria.

Los dos grandes partidos históricos que habían gobernado Francia desde los inicios de la Quinta República - el ahora llamado Les Républicains (ex gaullistas) y el Partido Socialista (el antiguo partido de Jean Jaures) - han sido derrotados y una formación de nueva creación - llamada En Marche! - aparece en el escalón más alto de esta primera vuelta para disputar la segunda contra la candidata del Frente Nacional (FN).








¿Hay realmente un candidato del fascismo?

No es la primera vez que se produce en Francia este tipo de situación: de un lado, un partidario de la alianza con el país que parece ser la primera potencia del momento - Estados Unidos - y del otro, un movimiento en busca de la independencia nacional; de un lado, todo el conjunto de la clase dirigente, sin grandes excepciones, y del otro, un partido mucho menos homogéneo, que se compone masivamente de proletarios provenientes, en dos terceras partes, de la derecha mientras que la otra tercera parte proviene de la izquierda.

Todo indica que el futuro presidente de Francia será por tanto Emmanuel Macron, un ex-cuadro del banco Rothschild & Cie, que ahora cuenta con el respaldo de todos los patrones de las empresas que se cotizan en la Bolsa de París.

Sin embargo, a pesar de todo lo que afirman los prejuicios profundamente anclados en las mentes, la principal característica de los partidos fascistas es… el apoyo unánime que reciben de los poderes financieros.

Esa unanimidad del gran capital viene siempre acompañada de una "unidad de la Nación" que borra todas las diferencias. Para ser iguales, tenemos que hacernos idénticos.



A eso dio inicio el presidente saliente Francois Hollande, en 2012-2013, con su ley del "Matrimonio para todos".



Esa ley fue presentada como algo que establecería la igualdad entre todos los ciudadanos, independientemente de la orientación sexual de cada cual, cuando en realidad planteaba de facto que las parejas homosexuales y las parejas con hijos tienen las mismas necesidades. Pero había otras soluciones más inteligentes.



La oposición a esa ley dio lugar a grandes manifestaciones, que desgraciadamente no planteaban ningún tipo de proposiciones y en las que a veces aparecieron consignas homófobas.

De idéntica manera, en respuesta a la matanza perpetrada en los locales del semanario humorístico Charlie-Hebdo se impuso la consigna "Je suis Charlie!" [¡Yo soy Charlie!], y quienes osaban declarar "Yo no soy Charlie" fueron incluso enviados a los tribunales.

Es muy triste comprobar la ausencia de reacción de los franceses ante la unanimidad del gran capital y la manera perentoria en que se les conmina a recurrir a los mismos dispositivos jurídicos, a profesar las mismas convicciones y a repetir los mismos eslóganes.



Así que hoy se obstinan en considerar que el actual Frente Nacional es "fascista", sin otro argumento que el ya lejano pasado de esa formación política.








¿Es posible la resistencia ante el candidato del fascismo?

La mayoría de los franceses creen que Emmanuel Macron será un presidente al estilo de Sarkozy o de Hollande, que seguirá la política de sus dos predecesores.



Estiman, por consiguiente, que Francia está llamada a seguir decayendo cada vez más y se resignan a aceptar esa maldición creyendo evitar así la amenaza de la extrema derecha.

Muchos recuerdan que, en el momento de su creación, el Frente Nacional reunía en su seno a los perdedores de la Segunda Guerra Mundial y de la política socialista de colonización de Argelia.



Se concentran en la presencia en esa organización de unos cuantos personajes que colaboraron con el ocupante nazi, lo cual les impide ver que el Frente Nacional de hoy no tiene absolutamente nada que ver con esos individuos.

Los franceses se obstinan en ver al entonces subteniente Jean Marie Le Pen - el padre de Marine, la hoy candidata a la presidencia - como responsable de los terribles abusos que Francia cometió en Argelia mientras que exoneran de su enorme responsabilidad histórica a los dirigentes socialistas que trazaron la política colonialista de Francia en aquel país del norte de África, principalmente al terrible ministro francés del Interior de aquella época, Francois Mitterrand, quien años más tarde habría de convertirse en presidente de Francia bajo la etiqueta del Partido Socialista.

Nadie recuerda hoy que en 1940 fue un ministro fascista, el general Charles De Gaulle, quien rechazó el vergonzoso armisticio entre Francia y la Alemania nazi.



Considerado entonces como el sucesor oficial del mariscal Philippe Petain - que incluso era el padrino de su hija - De Gaulle se lanzó solo en la creación del movimiento de resistencia. Luchando contra su propia educación y sus prejuicios, poco a poco reunió a su alrededor - en contra de su antiguo mentor - a franceses de todos los horizontes y tendencias para defender la República Francesa.



En esa lucha adoptó como aliado a Jean Moulin, una personalidad de izquierda que años antes había desviado fondos del ministerio de Marina y contrabandeado armas para ayudar a los republicanos españoles en su lucha contra los fascistas.

Nadie parece recordar hoy que un colega de De Gaulle, Robert Schuman, firmó el vergonzoso armisticio entre Francia y la Alemania nazi. Años después, ese mismo Robert Schuman fundó la Comunidad Económica Europea (CEE), la actual Unión Europea, una organización supranacional basada en el modelo nazi del "Nuevo Orden Europeo", en aquel entonces dirigida contra la Unión Soviética y actualmente contra Rusia.








El modelo Obama-Clinton

El ex presidente estadounidense Barack Obama ya expresó públicamente su apoyo al candidato Emmanuel Macron, quien a su vez se ha rodeado de un equipo de política exterior que incluye a los principales diplomáticos neoconservadores y no oculta su respaldo a la política exterior del Partido Demócrata estadounidense.

En Estados Unidos, el demócrata Barack Obama presentó su política exterior utilizando una retórica diametralmente opuesta a la de su predecesor, el republicano George Bush.



Pero en la práctica, Obama sólo siguió - en todos los aspectos - los pasos de las administraciones de Bush hijo.



Al igual que el republicano Bush Jr., el demócrata Obama aplicó el mismo plan de destrucción contra las sociedades del Medio Oriente ampliado, plan que ya ha causado más de 3 millones de muertes.



Emmanuel Macron apoya esa política, sólo habrá que esperar un poco para saber si la justifica hablando de "democratización" o de "revolución espontánea".

En Estados Unidos, Hillary Clinton perdió la carrera por la presidencia, pero en Francia Emmanuel Macron tiene las mayores probabilidades de ganar la segunda vuelta y convertirse así en presidente de la República.

Nada demuestra que Marine Le Pen sea capaz de asumir el papel que Charles De Gaulle desempeñó en el pasado, pero sí son seguras 3 cosas:



Al igual que en 1940, cuando los británicos no tuvieron otra opción que acoger a De Gaulle en Londres, los rusos de hoy apoyarán a la señora Le Pen.



Al igual que en 1939, cuando fueron pocos los comunistas que - en contra de las orientaciones de su partido - se unieron a la resistencia, hoy son pocos los partidarios de Jean-Luc Melenchon que darán ese paso.



Pero hay que recordar que, a partir de la agresión nazi contra la URSS, todo el Partido Comunista respaldó a De Gaulle y sus militantes fueron mayoría en las filas de la resistencia francesa.



No cabe duda de que, en los próximos años, Melenchon y la señora Le Pen acabarán en el mismo bando.



Emmanuel Macron nunca podrá entender a los hombres y mujeres que oponen resistencia a las fuerzas que tratan de imponer su dictado a su patria.



Así que no podrá entender tampoco a los pueblos del "Medio Oriente ampliado", que siguen luchan por su verdadera independencia alrededor del Hezbollah libanés, de la República Árabe Siri
  • a y de la República Islámica de Irán.

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