El misterioso y secreto “gobierno a la sombra” convocó su reunión anual entre el 14 y el 17 de mayo de 2009 en el Hotel Nafsika Astir Palace Hotel en Vouliagmeni, a escasos kilómetros de Atenas. Como siempre, el debate y los acuerdos permanecen secretos y, oficialmente, no han tenido lugar. Pero, no; sí que se han reunido.
La convocatoria ya fue anunciada por los gurús de turno y mentores de la conspiranoia, los habituales anti-Bilderberg. O sea, Daniel Estulín y Jim Tucker. Y, por primera vez, algunos periódicos internacionales han mandado incluso reporteros, pero le han dado, como se esperaba, con la puerta en la frente. Como Charlie Skelton, de The Guardian, que ha constatado lo que preveía: el hotel y sus alrededores transformado en un verdadero búnker. Infranqueable. Y vigilado, incluso, por tierra, aire y mar.
Daniel Estulín asegura en su web tener pruebas sobre la reunión de Bilderberg en Grecia. Billetes de avión y reservas de hotel, incluso el resumen de la misma. Así enumera algunos de los temas que se han tratado. Algunos de ellos han sido, por ejemplo, el negro futuro del dólar y de la economía de los EEUU, con el paro alcanzando el 14 por ciento, paso previo a la Unión Norteamericana (con su Amero incluido) y a la implantación del Nuevo Orden Mundial.
El futuro de la crisis
Bilderberg meditó, según Estulin, sobre el futuro de la crisis y sus planes, decidiendo la difusión del espejismo de que en la economía “ya pasó lo peor” y que la tendencia alcista del último mes es algo real. En cualquier caso, seguirá lesionando aún más las soberanías nacionales (en forma de préstamos del FMI y la consolidación del Tratado de Lisboa) y poniendo los cimientos de un nuevo orden económico mundial.
Tucker, por su parte, sostiene también que la crisis económica fue el tema estrella de la la reunión, en la que se incluyó debates acerca de la Gripe porcina y el modo en el que ésta puede ser usada para avanzar hacia los planes de gobierno único, incluido la destrucción de la soberanía mexicana, de cara a la creación de la Unión Norteamericana. Mientras que citando a fuentes norteamericanas, señala, además, que el presidente Obama será instruido para llevar a cabo otro esfuerzo para intentar que los EEUU se adhieran al tratado del Tribunal Judicial Internacional.
En cualquier caso, al margen de Estulin y Tucker, afincados en los EE UU, ha sido en Gran Bretaña en donde los medios de comunicación se han lanzado a perseguir la sombra de Bilderberg. Times Online ha rastreado las agendas de los principales dignatarios de la Economía mundial. Así el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellic, ha estado en Atenas el 14 de mayo para un asunto sin especificar; mientras que el itinerario público del Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Tim Geithner, no tenía previsto excepcionalmente ninguna actividad. Y Jean-Claude Trichet, director del Banco Central de Europa, no ha estado disponible. Según Estulin, todos han estado en Bilderberg.
La edición digital de The Wall Street Journal informó, por otra parte, de la reunión “no demasiado secreta”, aunque justificó el secretismo de su convocatoria para evitar las protestas de los grupos antiglobalización molesten la reunión de lo que en Grecia algún medio ha bautizado como “los primeros violinistas del capitalismo”. Entre sus asistentes, por supuesto, según cita estas fuentes, forman además parte de este selecto club Henry Kissinger, José Durao Barroso, Hilary Clinton, John Kerry, Bill Gates, George Soros, David Rockefeller o Rupert Murdoch, entre otros muchos miembros de la élite política y económica mundial.
“Invitados selectos”
Entre los españoles, Estulin cita a Javier Solana, Joaquín Almunia o Rodrigo Rato, quienes han sido invitados alguna vez en calidad de “invitados selectos”, además de la propia Reina Sofía. En su libro-entrevista con Pilar Urbano, “La Reina, muy de cerca” (Planeta), ésta le pregunta acerca de su presencia en Bilderberg y la Doña Sofía contesta, según transcribe la periodista:
“Para mí, son unas reuniones apasionantes. Sí, apasionantes. A lo largo de los años, vas conociendo gente muy diversa, bien informada, bien relacionada, cada una con un bagaje formidable en su terreno, en su área, o en su país. Allí se juntan personas de muchos mundos: política, finanzas, energía, defensa, comunicaciones, investigación científica…¡Se aprende tanto!?.
Y, seguidamente, Urbano le pregunta lo evidente: “¿Por qué son secretas?”. Y responde: “El secreto es para que cada uno pueda decir con libertad lo que piensa, lo que en un debate le viene a la cabeza, y que eso no se difunda. Pero no es secreto porque estemos conspirando. ¡Nada de conjuras! Allí nadie es reina ni canciller ni presidente de un gobierno o chairman de una multinacional…Allí no hay rangos. Se dejan, no ya en la habitación del hotel, sino en el aeropuerto de tu país de origen. Ni nadie va con su cónyuge ni con sus secretarios…?.
Además, Urbano no se reprime: “Lo cierto es que allí se diseñan futuros, allí se corta mucho bacalao”. Y la Reina lo desmiente: “En el Bilderberg no se toman decisiones políticas, ni económicas, ni defensivas. No es una organización mundial «ejecutiva», por así decir. Se discuten grandes cuestiones, eso sí. No se habla de chismes o de tonterías. Precisamente vale la pena asistir por la información que allí circula, por la visión más rigurosa y más completa de ciertos conflictos que nos afectan o nos afectarán” (Páginas 258-259).
Los que demonizan Bilderberg con furia le acusan, en cualquier caso, de buscar un “gobierno global” y omnímodo a través del miedo, cultivado ahora mismo con el virus de la gripe porcina. Sin embargo, estos fustigadores, encabezados por Daniel Estulin, apelan a ese mismo miedo para dibujar un “gobierno mundial a la sombra” que decide, sin marco legal que se le resista, nuestros destinos: desde las guerras al precio de las hipotecas.
Líderes del mundo
Detrás de todas las instituciones internacionales, de todas las organizaciones supranacionales, de todos los Gobiernos, un grupo de líderes políticos, financieros y empresarios -entre ellos, magnates de la prensa mundial- gobierna el mundo.
Es el Club Bilderberg, el verdadero y único “gobierno mundial” a la sombra: una especie de congreso mundial, que otros ven como sociedad secreta, que reúne a los líderes mundiales para discutir fuera de foco cuestiones candentes y llegar a un consenso más o menos global; es decir, que trascienda la soberanía nacional de cada uno de los países y que permita articular una suerte de política global común.
En cierto modo, “un gobierno invisible, omnipotente, que tira de los hilos de la sombra, que controla al gobierno de los Estados Unidos, a la Unión Europea, a la OMS, a las Naciones Unidas, al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a cualquier otra institución similar”, según la definición de Daniel Estulin, al que siempre hay que colocar en una perspectiva distante. En cualquier caso, son los verdaderos “amos del mundo”.
En cualquier caso, que se hayan reunido -y hasta ahora lo que hablan en sus reuniones sí que ha permanecido oculto por sus participantes?-no significa que Estulin o Tucker lleven razón acerca de sus secretos órdenes del día. Pero, en cualquier caso, el secretismo favorece especulaciones. Nunca jamás, en cualquier caso, nadie ha salido al paso a desmentirles. Silencio total.
Entre el 14 y el 17 de mayo, la elite global se reunió en secreto en
Grecia para la conferencia anual de Bilderberg, en medio de una difusa y
limitada atención de los medios. Cerca de 130 de los personajes más poderosos
del mundo se juntaron para discutir los temas urgentes de la actualidad, y
elaborar un camino para el próximo año. El tópico principal de discusión en la
reunión de este año fue la crisis financiera global, lo que no sorprende, ya
que la lista de participantes en la conferencia incluía a muchos de los
principales arquitectos de la crisis, así como a los abocados a “resolverla”.
El orden del día: La reestructuración de la economía política global
Antes de que comenzara la reunión, el periodista investigativo de
Bilderberg, Daniel Estulin, informó sobre el ítem principal del orden del día,
que le fue revelado por sus fuentes en el interior. Aunque esos informes no
pueden ser verificados, sus fuentes, junto con los del veterano rastreador de
Bilderberg, Jim Tucker, han demostrado su sorprendente exactitud en el pasado.
Al parecer, el principal tópico de discusión en la reunión de este año fue
encarar la crisis económicos, en términos de emprender: “O una prolongada,
angustiosa depresión que condene al mundo a décadas de estancamiento,
decadencia y pobreza… o una depresión intensa pero más breve que prepare el
camino para un nuevo orden económico mundial sostenible, con menos soberanía
pero más eficiencia.” Otros puntos en el orden del día incluyeron un plan para
“seguir engañando a millones de ahorristas e inversionistas que creen en el
alboroto sobre el supuesto cambio positivo en la economía. Están a punto de ser
preparados para masivas pérdidas y un tremendo dolor financiero en los meses
por venir,” y “Habrá un empuje final para la promulgación del Tratado de
Lisboa, que depende de que los irlandeses voten SI por el acuerdo en septiembre
u octubre.” [1] lo que daría a la Unión Europea masivos poderes sobre sus
naciones miembro, convirtiéndola esencialmente en un gobierno regional
supranacional, en el que cada país sería relegado más bien a un estatus
provincial.
Poco después del inicio de las reuniones, Jim Tucker, el rastreador
de Bilderberg, informó que sus fuentes internas revelaron que el grupo tiene en
su orden del día: “el plan para un departamento global de salud, un tesoro
global y una depresión acortada en lugar de una desaceleración económica más
prolongada.” Tucker informó que el Ministro de Exteriores sueco y ex primer
ministro, Carl Bildt: “Hizo un discurso en el que propugnó que se convirtiera a
la Organización Mundial de la Salud en un departamento mundial de salud, y que
se convirtiera el FMI en un departamento mundial del tesoro, ambos por cierto
bajo los auspicios de Naciones Unidas.” Además, Tucker informó que: “El
Secretario del Tesoro Geithner y Carl Bildt recomendaron especialmente una
recesión más breve no una recesión de 10 años… en parte porque una recesión de
10 años dañaría a los propios industrialistas de Bilderberg, que por más que
quisieran tener un departamento global del trabajo y un departamento global del
tesoro, preferirían ganar dinero y una recesión tan larga les costaría mucho
dinero en lo industrial porque nadie compraría sus juguetes… y la tendencia
sigue siendo que sea corta.” [2]
Después del fin de las reuniones, Daniel Estulin informó que: “Una de
las preocupaciones primordiales de Bilderberg según Estulin es que su celo de
reformar el mundo organizando el caos a fin de implementar su agenda a largo
plazo podría llevar a que la situación se saliera de control y podría terminar
por conducir a una situación en la cual Bilderberg y la elite global en general
fueran arrollados por los eventos y terminaran por perder su control sobre el
planeta.”[3]
El 21 de mayo, la Agencia Internacional de Noticias de Macedonia
informó que: “Un nuevo informe del Kremlin sobre el tenebroso Grupo Bilderberg,
que realizó la semana pasada su reunión anual en Grecia, señala que la elite
financiera, política y corporativa de Occidente emergió de su cónclave después
de llegar a un acuerdo de que hay que destruir ‘totalmente’ el dólar a fin de
continuar su impulso hacia un Nuevo Orden Mundial dominado por las potencias
occidentales.” Además, el mismo informe del Kremlin aparentemente señala que:
“la mayoría de la elite más acaudalada de Occidente, congregada en una reunión
secreta sin precedentes en Nueva York convocada y dirigida por” David
Rockefeller, “para urdir la defunción el dólar de EE.UU.” [4]
La reunión secreta de los billonarios
La reunión a la que se referían era una reunión secreta en la cual:
“Una docena de los más ricos del mundo se reunieron en un encuentro privado por
invitación de Bill Gates y Warren Buffett para hablar de la donación de
dinero,” realizada en la Universidad Rockefeller, que incluía a destacados
filántropos como Gates, Buffett, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg,
George Soros, Eli Broad, Oprah Winfrey, David Rockefeller Sr. y Ted Turner. Un
participante declaró que: “No fue secreta,” pero que: “se quería que fuera una
reunión entre amigos y colegas. Fue algo que la gente ha estado discutiendo
desde hace mucho tiempo. Bill y Warren esperaban realizar ocasionalmente
semejantes reuniones. Enviaron una invitación y la gente participó.” El editor
de Chronicle of Philanthropy, Stacy Palmer dijo: “Considerando lo serios que
son estos tiempos económicos, no creo que sea sorprendente que estos
filántropos se hayan juntado,” y que: “No se juntan normalmente e intercambian
consejos.” Los tres anfitriones de la reunión fueron Buffet, Gates y David
Rockefeller. [5] [Vea: Apéndice 2: Conexiones de Bilderberg con la Reunión de
Billonarios.]
En la reunión “los participantes se negaron tenazmente a revelar el
contenido de la discusión. Algunos citaron un acuerdo de mantener la
confidencialidad de la reunión. Portavoces del señor Buffet, el señor
Bloomberg, el señor Gates, el señor Rockefeller, el señor Soros y la señora
Winfrey se negaron concienzudamente a comentar, aunque algunos confirmaron su
participación.” [6] Hay informes que indican que: “Discutieron cómo encarar la
depresión global y expandir sus actividades caritativas en la desaceleración
económica.” [7]
El periódico británico The Times informó que esos “destacados
billonarios se reunieron en secreto para considerar cómo su riqueza podría ser
utilizada para reducir el crecimiento de la población del mundo,” y que
“discutieron la unión de sus fuerzas para superar obstáculos políticos y
religiosos al cambio.” Es interesante que: “La reunión informal de la tarde fue
tan discreta que dijeron a algunos de los asistentes de los billonarios que
estaban en ‘reuniones informativas de seguridad’.” Además: “Cada uno de los
billonarios tuvo 15 minutos para presentar sus causas favoritas. Durante la
cena discutieron cómo podrían ponerse de acuerdo en una ‘causa general’ que
pueda regir sus intereses,” y lo que se decidió fue que “todos estuvieron de
acuerdo en que el exceso de población es una prioridad.” Finalmente, “emergió
un consenso de que respaldarían una estrategia en la cual el crecimiento de la
población sería abordado como amenaza potencialmente desastrosa para el
entorno, la sociedad y la industria,” y que: “Tienen que mantenerse independientes
de agencias gubernamentales incapaces de prevenir el desastre que todos
consideramos inminente.” Un invitado en la reunión dijo que: “Querían hablar de
rico a rico sin preocuparse de que algo que dijeran terminara en los
periódicos, presentándolos como un gobierno alternativo del mundo.” [8]
ecodiario.eleconomista.es
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