Eran unos 60 militantes. Ya por número, la cifra es respetable porque hace mucho que la agrupación de la ciudad de Cádiz bajó de los 400 afiliados. Se reunieron en la tarde del lunes en la sede local socialista de la plaza de Gaspar del Pino.
Poco antes de las once de la noche emitieron una nota que deja claro que el golpe interno de los líderes regionales del PSOE que derribó a Pedro Sánchez de la Secretaría General tiene muchos detractores en Cádiz.
Los asistentes, entre los que había exconsejeros, exconcejales, conocidos veteranos y hasta tres de los cinco actuales ediles en el Ayuntamiento de Cádiz firmó un documento que incluye críticas demoledoras contra el movimiento realizado por Susana Díaz, entre otros.
Esos militantes gaditanos consideran «temerarias y altamente inoportunas las actuaciones que han propiciado una grave crisis en el Partido Socialista» y recuerdan que Pedro Sánchez fue elegido democráticamente por la militancia».
Más allá del escándalo momentáneo, aseguran en el escrito que «la crisis no es simplemente orgánica, sino también institucional».
Con esas premisas, los afiliados, entre los que hay responsables orgánicos e institucionales, llegan a «exigir» que «los instigadores de esta grave crisis respondan de sus actos ante la militancia socialista y ante la sociedad española».
También piden «que expongan con claridad y precisión las motivaciones y objetivos que les han impulsado a ejecutar las maniobras conducentes a la división del Partido Socialista, colocándolo en la peor posición imaginable en la actual situación política del Estado».
A pesar de la reunión vivida el mismo lunes, de forma simultánea, por la Ejecutiva Provincial, este grupo de socialistas quiere explicaciones directas, quiere conocer qué papel jugaron los representantes del PSOE provincial en la revuelta interna y pide a sus «representantes en el Comité Federal dar cumplida cuenta a la militancia de su participación activa en la crisis, adoptada sin consulta de género alguno a las bases».
Respecto a las decisiones, trascendentales, que la nueva y provisional dirección socialista debe tomar, el grupo de militantes gaditanos reitera que su postura es la del «no categórico a la investidura de Mariano Rajoy».
Defiende que «debe ser mantenido por el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados sin paliativos.
Ni por activa (votando a favor), ni por pasiva (abstención) cabe propiciar un Gobierno probadamente corrupto y antisocial».
Por último, añaden que una comisión gestora «carece de autoridad para establecer una orientación política. Su función, transitoria por naturaleza, tiene que atenerse a la establecida en los estatutos.
En especial, está obligada a crear las condiciones idóneas e instar al Comité Federal a una convocatoria de Congreso Extraordinario.
Es preciso advertir que la figura de comisión gestora permanente no está contemplada en ninguna normativa interna».
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