- 22 Agosto, 2017
Las manos son sin duda, una herramienta divina que nos otorgó natura en su inmensa sabiduría
Pocas veces nos detenemos a pensar sobre el poder creador de nuestras manos. Estamos tan acostumbrados a su uso y es tan cotidiana la forma en que nos permiten realizar nuestras actividades, que literalmente las olvidamos y no reconocemos su enorme valor.
Y es que, las manos, son sin duda herramientas de creación para nuestros cuerpos físico, mental y emocional. Los invito a hacer un análisis de lo afortunados que somos al tenerlas y a practicar algunos ejercicios de creación, que nos acercan a la espiritualidad mediante el uso de nuestras fabulosas manos.
Y que nos ayudarán a ser más conscientes de sus asombrosas capacidades.
Las manualidades nos sirven para distraer la mente de problemas y situaciones difíciles
La vida moderna nos aleja con mucha frecuencia de las oportunidades de esparcimiento y recreación que tanto merecemos. Por ello la importancia de dedicarle tiempo a actividades manuales, destinadas a relajar la mente y a olvidarnos de los problemas diarios. A veces, sólo necesitamos darnos la oportunidad de recrearnos en labores simples y divertidas para aclarar la mente. Y poder retomar el control de las situaciones conflictivas con renovadas fuerzas y una visión más objetiva.
Las manos nos sirven para ello también. Decídete a crear con tus manos. Una magnífica terapia ocupacional es la elaboración de piezas de arcilla o cerámica. Puedes involucrarte en el proceso de elaboración desde su inicio en el torno, posteriormente el horneado y grabado. O simplemente en la etapa de pintura y barniz. Incluso puedes elaborar piezas hermosas para decorar ese espacio de tu hogar que tanto disfrutas. O una bella taza para beber tu café de cada mañana.
El uso de nuestras manos puede ser muy gratificante. Nos sentiremos invadidos de una alegría especial al sabernos útiles y capaces de crear.
Otra fantástica opción es la creación de prendas tejidas. Y en la actualidad hay mil formas de hacerlo. Desde el uso de tradicionales agujas o ganchillos, hasta sólo con tus manos. No hace mucho descubrí una serie de tutoriales en la red, que indican paso a paso lo simple que es tejer una bufanda o una chalina, utilizando sólo las manos y una madeja de estambre.
Además, tejer es una actividad que puedes realizar en grupo o en familia y que puedes disfrutar mucho mientras aprendes de una abuela o un amigo. O mientras tú le enseñas a tejer a alguien más. La finalidad no es la prenda. La idea es que explores las capacidades creadoras de tus manos y que ello sirva de pretexto para la convivencia con quienes te rodean.
En mis épocas de colegio, mi maestra de costura me decía que la práctica de una habilidad, puede convertirte en experto. Pero sólo el amor que le imprimes a aquello que hagas, te convertirá en un artista.
Y es verdad. Muy probablemente en tu casa o en casa de tus padres, está guardada esa vieja máquina de coser que lleva años en la familia. Es una gran idea que la desempolvaras y decidieras darle un uso práctico.
A veces, dejamos de usar algunas prendas de nuestro guardarropa, porque se dañó la cremallera o se deshizo la vastilla. Y llevarlas al sastre cuesta dinero. Otra gran ventaja de aprovechar el poder creador de las manos, es arreglar esas prendas o confeccionar alguna que te haga falta en casa, como un mantel o las cortinas de tu habitación. En realidad, no importa qué hagas. Reiteramos que usar nuestras manos, bajo la conciencia de su capacidad creadora, le dará a toda tu vida un sentido diferente y hermoso.
A partir de la década de los años 60’s, se puso muy de moda el concepto “hágalo usted mismo”. Y hoy en día sigue siendo tan utilizado, que incluso en la gran mayoría de los países europeos y americanos, existen tiendas departamentales especializadas.
Todas ellas enfocadas a poner a nuestro alcance herramientas y materiales para realizar trabajos de carpintería, pintura, electricidad, construcción y jardinería.
A todos nos ha sucedido, padecer una gran tristeza cuando un mueble favorito, que nos fue heredado, se estropea. O tenemos que enfrentar la idea de desecharlo o asumir los elevados costos de enviarlo a reparar con un especialista. Sin embargo, con la disponibilidad actual de materiales, herramentales y cursos, lo podemos hacer por nuestra cuenta. Y no se trata de ahorrarnos el precio de la reparación. La idea es que el poder creador de tus manos, sea el que le de vida nueva a ese querido objeto. Una vez que lo hayas reparado por ti mismo, habrá elevado aún más su valor sentimental y lo disfrutarás con gozo y alegría. También puedes ocupar tus manos para renovar tu casa, lo que te hará involucrarte aún más con tu hogar.
Vivimos en un mundo que se mueve tan deprisa, que incluso asuntos tan cotidianos y simples como cuidar y disfrutar de nuestra dieta, se convierten en verdaderos retos de logística.
Comemos lo que sea y dónde sea, sólo porque sabemos que necesitamos alimentarnos para tener fuerzas y desarrollar nuestras labores. Pero lamentablemente se está perdiendo el gusto y el cuidado que debemos tener por alimentarnos de forma adecuada.
Siempre que tengas tiempo, procura preparar tú mismo tus alimentos. Y si dispones del tiempo suficiente, date permiso de crear con tus manos, un platillo elaborado, sólo por el gusto de hacerlo. Así podrás cuidar a detalle la calidad de los ingredientes y el modo de preparación. Es otro pretexto perfecto para compartir con tu familia. Ya sea que los involucres en el proceso de creación o que les invites a degustar tus creaciones. Una vez más, el objetivo es reconocer las habilidades de tus manos y agradecer la magia de los resultados.
Nuestras manos no sólo sirven para crear objetos o reparar cosas o complacer a quienes amamos. Con ellas también podemos regalar ayuda y tiempo de calidad a quienes lo necesitan.
Ahora bien, recuerda que tus manos no sólo te permiten crear artículos, preparar alimentos o reparar cosas. También las puedes enfocar en una de las formas de creación más sublimes: la ayuda a otros. Algunas personas de avanzada edad, o con algún problema de motricidad, requieren que alguien les ayude a realizar tareas tan simples como levantarse de la cama, darse una ducha, peinarse o alimentarse. Sin duda, prestarle nuestras manos a otro ser, es una maravillosa forma de crear. Estarás creando armonía y alegría en esa persona que recibe la ayuda de tus manos y, como recompensa, la vida te otorgará satisfacciones ilimitadas. Imagina lo sublime de utilizar tus manos para cubrir los requerimientos de otro ser. La luz de la creación divina que es nuestra esencia, se proyecta en casa cosa y actividad que concretan tus maravillosas manos. Su poder creador, enriquecerá tu mundo físico, mental y emocional.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
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