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El rápido avance de la tecnología que rodea a los vehículos eléctricos podría terminar antes de lo esperado con la era del petróleo. Nuevos cálculos realizados por los economistas de la agencia Fitch muestran que la demanda de petróleo podría tocar techo en 2030. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que esta situación no se produjese hasta 2040.
Aunque ese no es el escenario base de la agencia, sí es cierto que ha pasado de tener el rango de poco probable a "completamente alcanzable" en menos de dos años. Las mejoras en las industria automovilística, la reducción de costes y la concienciación de la ciudadanía están modificando los cálculos de expansión de estos coches.
Según destaca la agencia Fitch en un documento titulado 'Batteries Update: Oil Demand Could Peak by 2030', el año pasado se produjeron varios avances tecnológicos relacionados con los coches eléctricos, como la disminución de costes de producción en las baterías o su duración. Entre 2012 y 2016 el coste de las baterías se ha reducido en casi un 60%.
Además, "los gobiernos y los fabricantes han establecido objetivos concretos para la expansión del coche eléctrico". Por ello, la demanda de petróleo dejará de aumentar en el 2030, lo que contradice los pronósticos de otros organismos.
Previsión de la AIE
Por ejemplo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que la demanda mundial de petróleo continúe incrementándose hasta 2040, cuando estima que alcanzará los 103,5 millones de barriles diarios, por lo que considera que la era de los combustibles fósiles tiene una fecha límite, pero aún está "lejos".
No obstante, bajo el escenario que manejan los economistas de Fitch, parece bastante probable que para 2025 se puedan vender alrededor de 10 millones de vehículos eléctricos. Además, para el año 2040 la cifra global del parque eléctrico podría ser 1.300 millones de unidades.
Este escenario estaba considerado como muy improbable en las anteriores previsiones de Fitch, sin embargo, ahora se observa como una situación "absolutamente alcanzable", según reza el trabajo de la agencia. Según los anuncios realizados por las firmas de automóviles, en 2025 esta industria tendrá capacidad para fabricar 11 millones de vehículos.
La propia Organización de Países Exportadores de Petróleo ha reconocido que para 2040 habrá unos 250 millones de vehículos eléctricos en circulación por el mundo, lo que supone un incremento en 110 millones de unidades respecto a sus anteriores pronósticos.
Una muerte muy lenta
Aún así, desde la agencia Fitch creen aunque la demanda de petróleo toque techo en 2030, su descenso será muy lento, "porque el mundo necesitará consumir todavía grandes cantidades de petróleo. Sin embargo, la ausencia de una demanda creciente producirá un cambio estructural significativo para el mercado del petróleo, con unos precios que podrían ser más volátiles y, de media, más bajos que los actuales", destacan desde Fitch.
En el último crash del petróleo, a mediados de 2014, la demanda de crudo creció entre 1 y 1,5 millones de barriles al día. "Esto sugiere que la caída de los precios del petróleo debería ser más pronunciada en un futuro en el que la demanda no será tan robusta".
Por último, el informe reconoce que el mayor uso de este tipo de transporte puede suponer un desafío para los productores de litio o cobalto (dos minerales necesarios para las baterías). Por ejemplo, las reservas probadas de cobalto, según el consumo actual, durarían unos 57 años, mientras que las de litio podrían aguantar 400 años.
Aún así, los fabricantes de coches eléctricos ya están encontrando fórmulas para reducir el uso de cobalto en sus baterías
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