El Maestro Jesús, punto focal de la energía que fluye a través de las distintas iglesias cristianas, ocupa actualmente un cuerpo sirio y vive en algún lugar de Tierra Santa. Viaja mucho y pasa largas temporadas en diversas partes de Europa.
Trabaja más especialmente con las masas que con los individuos, aunque ha reunido a Su alrededor un numeroso grupo de discípulos.
Pertenece al sexto rayo de Devoción o Idealismo Abstracto, y Sus discípulos se caracterizan frecuentemente por ese fanatismo y devoción que se manifestó en los mártires de los primitivos tiempos cristianos.
Es de apariencia marcial, exige disciplina, es un hombre de voluntad y dominio férreos. Alto y delgado, de rostro largo y fino, pelo negro, tez pálida y penetrantes ojos azules.
Su trabajo actual es de gran responsabilidad, pues le fue asignada la tarea de orientar el pensamiento occidental, para sacarlo de su actual estado de intranquilidad y llevarlo a las pacíficas aguas de la certidumbre y del conocimiento, preparando así el advenimiento, en Europa y América, del Instructor del Mundo.
Es muy conocido en la historia bíblica, apareciendo primero como Joshua, el hijo de Nun; luego aparece nuevamente en los tiempos de Ezra, como Jeshua, recibiendo la tercera iniciación, que en el Libro de Zacarías es relatada como la de Joshua, y en, el Evangelio es conocido por dos grandes sacrificios, aquel en que entregó Su cuerpo para que el Cristo lo utilizara, y el de la gran renunciación, característica de la cuarta iniciación. Como Apolonio de Tiana, recibió la quinta iniciación y Se convirtió en Maestro de Sabiduría. Desde entonces permaneció y actuó en la Iglesia Cristiana, fomentando el germen de la verdadera vida espiritual entre los miembros de las sectas y divisiones, y neutralizando en lo posible los errores y equívocos de clérigos y teólogos.
Es netamente el gran Líder, el General y el Sabio ejecutivo, y en los asuntos de las iglesias coopera estrechamente con el Cristo, ahorrándole mucho trabajo y actuando como Su intermediario, cuando es posible. Nadie como Él conoce tan profundamente los problemas de Occidente; nadie está tan íntimamente en contacto con quienes representan mejor las enseñanzas cristianas, y nadie conoce tan bien la necesidad del momento actual. Algunos eminentes prelados de las iglesias Anglicana y Católica son Sus agentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta