El camino que ha tomado el Juez Llarena, los fiscales, miembros del Tribunal Supremo y de muchos miembros del Gobierno de M. Rajoy y de sus fanáticos secuaces naranjas parece que está llegando a su fin. Han mentido, inventado, abusado del código penal y de la Constitución para reprimir a los independentistas. Pero cada vez está más claro que están abocados al fracaso, al ridículo y probablemente a la cárcel.
La locura de Llarena ha llegado tan lejos que incluso se ha enfrentado al Ministro Montoro que ha dicho por activa y por activa que no se usó ni un euro público para el Referéndum por la Independencia del 1 de octubre, en el qué, y no olvidamos, el independentismo arrasó.
Mientras que en todo el mundo se tienen que demostrar los delitos, parece que en la España autoritaria de los herederos del franquismo se tiene que demostrar que no se han cometido esos delitos. Parece que Montoro será el primer político español en enfrentarse a las locuras de Llarena. Lo ha dejado en ridículo a nivel internacional, desarmado ante la realidad, y sólo los sospechosos habituales del fanatismo nacional español siguen del lado del “juez”.
Todo indica que los jueces alemanes van a hacer caso a la realidad y también eliminaran el delito de malversación de la extradición del President Puigdemont. A Llarena le tocará inventar otros delitos a ver si alguno cuela. Qué manera de hacer el ridículo! Qué manera de destrozar el estado de derecho.
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