Ser crítico contigo mismo es un hábito que prevalece en muchos seres humanos esclarecedores. La esencia de esto es desear ser diligente, no perderse nada de lo que necesita para curarse o evolucionar más allá. Mientras que la intencion es bueno, no puedes curarte o evolucionar si constantemente te criticas a ti mismo porque tu crítica y tu resistencia a ti mismo solo seguirán agravando la herida central que busca ser curada.
Esto es simplemente un hábito, y puede cambiar cualquier hábito no deseado reemplazándolo por uno que le sirva mejor. La próxima vez que identifiques algo que sientes que no es ideal sobre ti mismo, en lugar de regañarte o luchar con eso, ¿por qué no conectarte con ese aspecto de ti mismo y preguntarle qué necesita? ¿Qué le puedes dar ahora mismo? ¿Por qué se comporta de esa manera? ¿Qué necesitaba antes que nunca haya recibido, pero puedes darlo hoy? ¿Cómo puedes amar y pastorear esos aspectos del yo con tu amor, aceptación y guía? ¿Puedes comprometerte a hacer eso tantas veces como sea necesario para que el aspecto herido de ti mismo pueda asentarse en la experiencia de un apego seguro contigo?
Eres absolutamente capaz de convertirte en tu propio guía amoroso, padre y mejor amigo. Trate las partes de usted que no están seguras o que tienen miedo con el amor y el aliento que le daría a un niño amado e inocente. Su autoestímulo lo llevará mucho más lejos de lo que su autocrítica jamás podría hacerlo. Y lo hermoso es que, una vez que se comprometa a abrazar y tranquilizar constantemente esos aspectos de sí mismo con amor, todos se convertirán en una unidad cooperativa con usted, lo que hará que su crecimiento y avance sea mucho más fácil. No solo eso, cambiará profundamente aquello con lo que te alineas porque te estás guiando hacia adelante con las energías del amor, la compasión y la unidad.
** Fuente ** Canal: Shelley Young
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