El ministro de Justicia de Rumanía ha dimitido de su cargo a raíz de un decreto del Gobierno que flexibilizaba la legislación anticorrupción.
Las protestas antigubernamentales en Rumanía dan sus frutos. Dimite el ministro rumano de Justicia, Florin Iordache, promotor del polémico decreto que anulaba las condenas por algunos delitos por corrupción.
Iordache, de 56 años de edad, fue uno de los artífices del decreto, promulgado el 31 de enero por el Gobierno, que finalmente fue anulada el domingo, ante la amplitud de las manifestaciones. Sin embargo, la retirada de la polémica resolución no calmó la ola de protestas.
Los manifestantes cuestionaron la credibilidad y legitimidad del Gobierno socialdemócrata de Rumanía que superó, el miércoles, la moción de censura presentada en su contra por la oposición de centroderecha.
El criticado decreto suponía que todos los delitos de corrupción que causaran un perjuicio de hasta 44 mil euros, dejarían de ser delito, lo que beneficiaba a varios políticos, como el líder del gobernante Partido Socialdemócrata, Liviu Dragnea, investigado actualmente por supuesta corrupción.
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