domingo, 23 de abril de 2017
Israel y el Pinkwashing... Burda Maniobra Propagandística para intentar lavar su Mala Imagen Exterior
ISRAEL se arropa en la bandera Gay para tapar sus crímenes
pero no hay bandera que tape ni lavadora que limpie lo ya hecho
ISRAEL se arropa en la bandera LGTB
para tapar sus crímenes pero...
Esto no hay bandera que lo tape
ni lavadora que lo limpie
El límite de donde empiezan y terminan las cosas
La política LGTB que Israel utiliza como propaganda para lavar su imagen, a la vez, como no, para hacer negocio, nos muestra el porqué de su utilización política por la izquierda bipartidista de la última década, que ha sido hasta ahora la niña mimada del sionismo internacional.
Mientras la derecha, le ha ido haciendo el trabajo sucio de enfrentar sus guerras contra su único enemigo; el islam, la izquierda le hecho el trabajo sucio de dejar a la ciudadanía a merced de sus corporaciones, abandonando paulatinamente su tradicional lucha por los derechos de los trabajadores y la búsqueda de un modelo social público que cubriera las necesidades básicas al ir desmantelando el estado de bienestar, y todo ello, por abanderar supuestamente, ya que ahí está el fraude, DDHH más generales y ambiguos y no tan necesarios como los anteriormente citados.
La lucha por los derechos de las minorías como inmigrantes, refugiados, intervenciones humanitarias, y sobre todo las de ideología de género, feminismo y causa LGTB, se fue reemplazando paulatinamente por la de los típicos derechos de la mayoría tradicional que aún plasmados en la constitución eran a la vez ninguneados e ignorados: derecho a la salud, trabajo digno con salarios justos, vivienda digna y techo para todos, educación pública y gratuita, etc.
Este cambio ideológico tambien supuso un trasvase de votos.
Y se pasó con el tiempo, de depender su gobernanza de una mayoría como la del voto de la clase trabajadora que cada vez lo era menos, y el de la clase media y media baja, que al irse aburguesando tendía más a la derecha, por el voto de todas estas minorías que sumadas, constituían una mayoría más grande, más fiel y más movilizable que la típica mayoria tradicional de izquierdas que a la mínima cambiaba el sentido de su voto desencantados con tanto desencuentro y promesa incumplida: desembarcando unos por una izquierda más real y creíble y otros, al pensar que en el fondo todos los políticos son iguales, por la vieja derecha al irse aburguesando.
El punto más fuerte de tener cogido por los huevos este tipo de votantes, lo explica muy bien el siguiente post sobre Israel.
Donde se explica con claridad que la gente que profesa alguna de estas ideologías, se niega a ver los inconvenientes y crímenes de sus valedores políticos.
Los ven algo así, como efectos colaterales necesarios por ver sus deseos y ansias hechos realidad. O como con lo que les sucedes a los seguidores nazis y fascistas, que es tanto el placer de ver a su líder al mando de la nación que les perdonan cualquier crimen que puedan cometer.
O dicho de otra forma, a la masa trabajadora se la ultraderechiza ideológicamente al no ver salida a su precaria situación y a la clase media se la ultralibera moralmente a cambio de unas cuantas limosnas sociales.
En ambos casos, la mordaza se sustituye por una venda en la ojos que voluntariamente los damnificados se colocan.
Solo los nocivos efectos de la crisis, la austeridad y los recortes ha roto la cuadratura de este círculo diabólico que conforma el bipartidismo sionista al servicio del 1% y las corporaciones y otras alternativas anti-sistema se abren a ambos lados del espectro político.
Con respecto al caso de Israel, que a continuación se nos cuenta, solo puedo decir... que la reputación cuando se pierde, no conoce detergente ni lavadora que la devuelva a su estado anterior:
pura, incólume e intacta.
O dicho de otra forma, a la masa trabajadora se la ultraderechiza ideológicamente al no ver salida a su precaria situación y a la clase media se la ultralibera moralmente a cambio de unas cuantas limosnas sociales.
En ambos casos, la mordaza se sustituye por una venda en la ojos que voluntariamente los damnificados se colocan.
Solo los nocivos efectos de la crisis, la austeridad y los recortes ha roto la cuadratura de este círculo diabólico que conforma el bipartidismo sionista al servicio del 1% y las corporaciones y otras alternativas anti-sistema se abren a ambos lados del espectro político.
Con respecto al caso de Israel, que a continuación se nos cuenta, solo puedo decir... que la reputación cuando se pierde, no conoce detergente ni lavadora que la devuelva a su estado anterior:
pura, incólume e intacta.
Armak de Odelot
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