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9 de octubre de 2017

A partir del martes cohabitarán dos gobiernos en Catalunya y finalmente ganará el que controle la SANIDAD


Primero de todo, como prólogo, me gustaría recordarles a nuestros mandatarios catalanes que si no hay independencia habrá la cárcel para ellos. Y no solo eso, deberán pagar con su patrimonio la organización del referéndum tal como hemos visto con Artur Mas y cia.

El PP y la sociedad española no pactarán ninguna "rendición", serán juzgados y punto. Y es posible que, después de esa traición al pueblo catalán, ya no tendrán ni el apoyo de los independentistas. Nadie les acompañará a los juzgados...

Estos días estamos escuchando voces que hablan de convocar otras plebiscitarias. Y lo piden la misma gente que si volviéramos a ganar pedirían un referéndum... y así hasta la eternidad...

Aunque también es cierto que controlar un país no es algo fácil si las fuerzas de seguridad invasoras deciden quedarse.
Por eso el título del post, y permítanme que les exponga algo que suena a distopía.

Pongamos el caso que Puigdemont cumple con el mandato del pueblo y declara la independencia. Al día siguiente habrá un Govern legítimo y otro de provisional en el que posiblemente estará en frente Enric Millo (el que pidió perdón...).

Dos legalidades coexistiendo.
Algunos ejemplos prácticos:
Tal como ocurrió en los países bálticos, habrá doble control de frontera. España estará en el control con Francia y unos kilómetros más abajo habrá un control de los mossos.
Y quizás unos kilometros más para abajo unos peajes para que los conductores abonen la viñeta catalana...

Los aeropuertos de momento podrán seguir estando bajo el mando de AENA salvo que intente perjudicar la economía catalana más de lo que ya hace. Eso quiere decir que los catalanes seguiremos teniendo asegurado el espacio Schengen...
Lo mismo con el puerto, habrá un control aduanero español y otro catalán. La costa es muy larga y el gobierno de la república catalana podrá ampliar los puertos para recibir importaciones o poder enviar sus propias exportaciones.

Incluso, con este sistema provisional de "un Estado dos gobiernos", el Barça podrá seguir jugando la liga española (algo que a muchos les inquietaba...).

Los bancos deberán hacer distinción entre clientes con nacionalidad española y clientes con nacionalidad catalana. No podrán negarse porque la nueva república podría aprobar una ley prohibiendo, de todas todas, el desahucio por impago de hipoteca...
Y pagar a Catalunya el impuesto por depósito bancario de los clientes catalanes 

Pero el mayor problema está en los impuestos.
En ese impasse habrá empresas que habrán trasladado la sede y que pagarán sus nóminas desde España, hasta la seguridad social a la hucha española. Y habrá otras que lo harán a la agencia tributaria y seguridad social catalana. En un principio todos los funcionarios, médicos, maestros... estarán en la catalana.

Es evidente que no se podrá obligar a que una empresa cotice en Catalunya, más que nada porque algunas estarán fuera y otras sencillamente se negarán... Pero es aquí donde aparece la SANIDAD. 
Si no hay cotización a la seguridad social catalana no hay tarjeta sanitaria. No hay médicos, no hay operaciones.
Por lo tanto, todos los que trabajen para España tendrán que hacerse un seguro privado, un "Adeslas"...

Lógicamente, para que no nos llamen "nazis", cualquier urgencia será atendida, pero solo eso.
De la misma manera ocurrirá con Educación. Catalunya regalará la educación obligatoria a los hijos de los que no coticen en la nueva república. Pero, para acceder a becas o a la universidad, hará falta una declaración de renta catalana...
Cuidado, nadie prohibirá que el hijo de un unionista estudie en universidades catalanas, pero deberá pagar por ello.


El poder tener esta tarjeta será decisivo...

Algo parecido ocurrirá con el DNI catalán, algo voluntario que dará derecho a poder votar en las elecciones republicanas. En esa situación interina de Catalunya, los que tengamos ciudadanía catalana podremos votar en las elecciones republicanas y todavía en las españolas (si queremos y tenemos ganas), no así los españoles que vivan en Catalunya y no se hayan sacado el pasaporte catalán...

Pero, repito, lo más importante es la Sanidad, el no poder ir al médico forzará que los trabajadores vayan adquiriendo la ciudadanía catalana y presionarán a sus jefes para que su cotización sea en Catalunya.
Por cierto, los jubilados seguirán cobrando sus pensiones del estado español mientras no haya un pacto. Eso sí, Catalunya deberá hacerse cargo de los nuevos jubilados que soliciten la pensión catalana. Una jubilación que podría ser más alta debido a las pocas prestaciones.
Lo mismo ocurrirá con el paro...

Digamos que por "decantación" la gente se irá trasladando a la legalidad catalana.


PARTE ECONÓMICA.

Claro, seguro que ustedes habrán ido pensando que para poder mantener la parte de la república catalana, como mínimo deberemos tener los ingresos que hasta ahora nos proporcionaba ser un región expoliada.

Sin contar seguridad social, Catalunya recauda para España (mayormente IRPF, IVA e impuesto de sociedades) unos 38.000 millones de euros. Y en propios casi 3.000 millones.



Unos 41.000 millones en total pagamos los catalanes en impuestos.
El presupuesto de la Generalitat para 2017 fue de 22.000 millones (29.000 contando pago de deuda).
Es evidente que debemos asegurarnos el poder recaudar entre el 60 y el 70% de los impuestos.

Lógicamente el presupuesto de la República de Catalunaya no tendrá déficit debido al superávit catalán que tendrá su parte de la seguridad social y el menor gasto en Sanidad y Educación.
Recordar que la República podrá implantar impuestos que el constitucional tumbó.

Es posible que el gobierno español amenace a todo el mundo que si no paga impuestos a España lo deberá y que, a lo mejor, le tocará pagar dos veces si finalmente Madrid se queda con el control de Catalunya. Pues nuestra respuesta deberá ser igual de contundente. Decir a los habitantes o empresas que no paguen a Catalunya exactamente lo mismo. Que lo deberán.

Luego, si se hace o no, ya será otra historia.

Supongo que algunos dirán que suena a novela de ciencia ficción, pero mucho me temo que la cosa en principio será así. Incluso cohabitará  una ley y unos jueces catalanes para catalanes, y otra española para los españoles. Y un registro de la propiedad catalán y otro español...
Y, mientras eso se va desarrollando, Catalunya debe ir creando un ejército aunque en el principio sean reservistas y milicias.

Funcionar como un estado aunque, como dijo Artur Mas, no lo tengamos todo controlado en un principio.

Ya ven, finalmente, el poder tener un médico o un hospital será determinante para que la gente abandone lo español.
Pagarán impuestos en Catalunya y, si lo desean, seguir teniendo la nacionalidad española, aunque no podrán votar.

Quizás el problema más complicado será las competencias de cada policía. Sobre qué ciudadanos podrán actuar y bajo qué ordenes de quien...
A lo mejor una solución sería crear una híbrida en cuestiones de alteración del orden público

Seguro que cada uno de ustedes tendrá sus dudas o preguntas sobre las posibilidades que he dibujado en este artículo, pues para eso están los comentarios.
En fin, sería una manera de evitar el conflicto, declarar la independencia dejando que el ciudadano elija su legalidad.
Pero la Sanidad para quien la sufrague.

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