El despido por parte del presidente Trump del jefe del FBI James Comey en mayo pasado provocó que gran parte de los medios se unieran en torno a la agencia federal nacional más poderosa de Estados Unidos. Pero el FBI tiene un largo historial de engaño e incompetencia. Hace cinco años, los estadounidenses supieron que el FBI estaba enseñando a sus agentes que "el FBI tiene la capacidad de doblegar o suspender la ley para afectar la libertad de los demás". Este ha sido prácticamente el motivo de la Oficina desde su creación en 1908.
La oficina era pequeñas patatas hasta que Woodrow Wilson arrastró a los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial. De un solo golpe, el número de estadounidenses peligrosos aumentó quizás hasta veinte veces. La Ley de Espionaje de 1917 facilitó la cárcel a cualquiera que criticara la guerra o el gobierno. En septiembre de 1918, la oficina, que trabajaba con la policía local y los vigilantes privados, incautó a más de 50,000 presuntos evasores en las calles y fuera de los restaurantes de Nueva York, Newark y Jersey City. El Departamento de Justicia fue deshonrado cuando la gran mayoría de los hombres jóvenes que habían sido arrestados resultaron ser inocentes.
En enero de 1920, J. Edgar Hoover - el jefe de 25 años de la División Radical de la oficina - fue el hombre clave para las "redadas Palmer". Cerca de 10.000 presuntos rojos y radicales fueron capturados.La oficina evitó cuidadosamente llevar un conteo preciso de detenidos (un patrón similar de negligencia ocurrió con las redadas después de los ataques del 11 de septiembre). El Procurador General Mitchell Palmer buscó utilizar las redadas masivas para impulsar su candidatura presidencial. Sin embargo, la operación sufrió una paliza después de que un juez insolente exigió que el Departamento de Justicia proporcionara pruebas de por qué se había arrestado a las personas. El juez federal George Anderson se quejó de que el gobierno había creado un "sistema de espionaje" que "destruye la confianza y la propagación del odio". Una mafia es una mafia ya sea compuesta por funcionarios del gobierno que actúen siguiendo instrucciones del Departamento de Justicia,
Después de la debacle de las incursiones de Palmer, la oficina dedicó su atención a los enemigos reales de la nación: el Congreso de Estados Unidos.La oficina apuntaba a "senadores a quienes el fiscal general consideraba amenazas para Estados Unidos". La Oficina estaba irrumpiendo en sus oficinas y hogares, interceptando su correo y tocando sus teléfonos ", como relató Tim Weiner en su libro de 2012 Enemigos: La historia del FBI . El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado fue objeto de ataques ilegales porque el buró temía que pudiera apoyar el reconocimiento diplomático de la Rusia soviética.
Hoover, que dirigió el FBI desde 1924 hasta su muerte en 1972, construyó una agencia venerada que intimidó por completo a Washington oficial.El FBI llamó al teléfono de un empleado de la Corte Suprema, y al menos un juez de la Corte Suprema temió que el FBI hubiera puesto micrófonos en la sala de conferencias donde los jueces discutían los casos en privado. En 1945, el presidente Harry Truman escribió en su diario: "No queremos Gestapo ni policía secreta". El FBI tiende en esa dirección ... Esto debe detenerse ". Pero Truman no tenía el coraje de tirar de las riendas.
El poder de la oficina se disparó después de que el Congreso aprobara la Ley de Seguridad Interna de 1950, que autoriza la represión masiva de presuntos subversivos.Hoover compiló una lista de más de 20,000 estadounidenses "potencialmente o realmente peligrosos" que podrían ser capturados y encerrados bajo el mando del presidente.Hoover especificó que "el procedimiento de audiencia [para las detenciones] no estará sujeto a las reglas de la evidencia". "El Congreso financió en secreto la creación de seis de estos campos [de detención] en la década de 1950", señaló Weiner. (Cuando comenzaron a circular los rumores en la década de 1990 de que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias estaba construyendo campos de detención, los funcionarios del gobierno y gran parte de los medios se burlaban de que tal cosa nunca podría ocurrir en esta nación).
Desde 1956 hasta 1971, el programa COINTELPRO del FBI llevó a cabo miles de operaciones encubiertas para incitar a la guerra callejera entre grupos violentos, para despedir gente, retratar a personas inocentes como informantes del gobierno y paralizar o destruir al racista blanco, negro, comunista y de izquierdas y organizaciones contra la guerra. Los agentes del FBI también se ocuparon de falsificar cartas de "envenenamiento" para destruir los matrimonios de los activistas. El FBI estableció un Programa de Informadores del Ghetto que continuó después de COINTELPRO y que tenía 7.402 informantes, incluyendo propietarios de tiendas de golosinas y barberías, hasta septiembre de 1972. Los informantes sirvieron como "mensajes de escucha" para identificar a los extremistas que pasaban o se ubicaban en el gueto área, para identificar a los proveedores de literatura extremista,
El FBI no permitió que ningún rincón de la vida estadounidense escapara a su vigilancia; incluso trabajó para exponer y desacreditar a los "comunistas que operan secretamente en organizaciones y empleos legítimos, como la Asociación Cristiana de Jóvenes y los Boy Scouts", como se indicó en un informe del Senado de 1976. El FBI adoptó un enfoque selectivo para atacar y hostigar a los manifestantes, en parte por su "creencia de que el discurso disidente y la asociación deberían evitarse porque eran pasos incipientes hacia la posible comisión final de un acto que podría ser criminal", observó el informe del Senado. Ese informe caracterizó a COINTELPRO como "una guerra secreta contra esos ciudadanos [el FBI] considera amenazas al orden establecido". COINTELPRO fue expuesto solo después de que un puñado de activistas robaran una oficina del FBI en un suburbio de Filadelfia, confiscaron archivos del FBI, y filtró los documentos condenatorios a los medios.Las revelaciones fueron brevemente impactantes, pero se desvanecieron en el Washington Memory Hole.
La altanería del FBI se exhibió en la televisión nacional el 19 de abril de 1993, cuando sus agentes usaron tanques de 54 toneladas para estrellarse contra la casa destartalada y desvencijada de los Branch Davidians, cerca de Waco, Texas. Los tanques desplomaron intencionalmente el 25 por ciento del edificio sobre los residentes acurrucados.Después de que el FBI bombeara el edificio lleno de gas CS (prohibido para su uso en soldados enemigos por un tratado de armas químicas), se encendió un incendio que dejó muertos a 80 niños, mujeres y hombres. El FBI juró que no tenía la culpa de la conflagración. Sin embargo, los agentes del FBI habían detenido los camiones de bomberos de un departamento de bomberos local lejos del edificio en llamas, alegando que no era seguro permitirles acercarse más porque los davidianos podrían disparar a las personas que rociaban un incendio que los estaba matando. Seis años después del asalto,
La procuradora general Janet Reno, furiosa por el engaño del FBI en este tema clave, envió a mariscales de los EE. UU. A atacar la sede del FBI para buscar más pruebas de Waco.De principio a fin, el FBI descaradamente mintió sobre lo que hizo en Waco, con una excepción. El día después del incendio de Waco, el comandante en el lugar del FBI, Larry Potts, explicó los motivos del asalto final del FBI: "Esta gente se había burlado de las fuerzas del orden público".
Terrorismo
Los gastos antiterroristas del FBI se dispararon a mediados y finales de la década de 1990.Pero el FBI fracasó estrepitosamente en conectar los puntos a extranjeros sospechosos que participaban en entrenamientos de aviación nacional antes de los ataques del 11 de septiembre. Aunque el Congreso había inundado al FBI con casi $ 2 mil millones para actualizar sus computadoras, muchos agentes del FBI tenían máquinas antiguas incapaces de buscar en la web. Un agente del FBI observó que el espíritu de la oficina es que "los hombres de verdad no escriben ...". La revolución de las computadoras pasó de largo. "Los errores del FBI antes del 11 de septiembre" contribuyeron a que Estados Unidos se convirtiera, en efecto, en un santuario para los terroristas radicales ", según una investigación del Congreso de 2002. El ex asesor de seguridad nacional Brent Scowcroft se quejó de que "el lugar más seguro en el mundo para un terrorista es dentro de los Estados Unidos; siempre y cuando no hagan algo que los haga tropezar con nuestras leyes,
El FBI siempre ha confiado en la trampa para aumentar sus estadísticas de arrestos y bombardeos publicitarios. La Academia del FBI enseñó a los agentes que los sujetos de las investigaciones del FBI "han perdido su derecho a la verdad". Después del 11 de septiembre, esta doctrina ayudó a la agencia a atrapar a legiones de imbéciles que hicieron que el FBI pareciera estar protegiendo a la nación.Trevor Aaronson, autor de The Terror Factory: dentro de la Guerra contra el terrorismo fabricada por el FBI , calculó que solo alrededor del 1 por ciento de las 500 personas acusadas de delitos de terrorismo internacional en la década posterior al 11 de septiembre fueron amenazas de buena fe. Treinta veces más fueron inducidos por el FBI a comportarse de una manera que provocó su arresto.
En el caso de Liberty City 7 en Florida, los informantes del FBI plantaron la idea de explotar edificios gubernamentales. En un caso, un juez federal concluyó que el gobierno "resolvió el delito, proporcionó los medios y eliminó todos los obstáculos relevantes" para convertir a un "terrorista" en un hombre "cuya bufonada es de un alcance shakespeariano".
El programa de información del FBI se extendió mucho más allá de los musulmanes. El FBI financió a un bloguero y presentador de radio de Nueva Jersey durante cinco años antes de su arresto en 2009 por amenazar a los jueces federales. No tenemos idea de cuántos bloggers, presentadores de programas de entrevistas o activistas financia actualmente el FBI.
El poder del FBI rara vez ha sido reprimido por el Congreso o los tribunales federales. En 1971, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Hale Boggs, declaró que el poder del FBI aterrorizaba al Capitolio: "Nuestro miedo a hablar [contra el FBI] ... ha regado las raíces y ha acelerado el crecimiento de una viña de tiranía ... Nuestra sociedad no puede sobrevivir a un miedo planificado y programado a sus oficinas y agencias gubernamentales ". Boggs reivindicó un informe de la Unión de Libertades Civiles de 1924 que advirtió que el FBI se había convertido en" un sistema policial secreto de carácter político ", una acusación que los partidarios de ambos Hillary Clinton y Donald Trump habrían aplaudido el año pasado.
¿El halo del FBI es irrevocable?El FBI siempre ha usado su imagen de "buen tipo" para mantener a raya sus crímenes.Ya es hora de que el pueblo estadounidense, los medios y el Congreso retiren al FBI de su pedestal y lo coloquen en su lugar, según la ley. Es hora de dejar de venerar a una agencia federal cuyos abusos han amenazado perennemente los derechos constitucionales de los estadounidenses. De lo contrario, el vasto poder del FBI y el secreto generalizado garantizan que más escándalos del FBI están a la vuelta de la esquina.
Este artículo fue impreso por primera vez por Future of Freedom Foundation .
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