Pablo Iglesias, el PP, Cataluña y la corrupción ocultada
Rosa Guevara Landa
Rebelión
(...) els espanyols me repugnan com la pudor del peix. I si suspenen l'autonomia hi haurà una guerra civil (los españoles me repugnan como el mal olor del pescado, y si suspenden la autonomía habrá una guerra civil).
Pilar Rahola (2017)
Les recuerdo lo que comentaba Francesc Valls hace un par de meses, el 21 de mayo de 2017, en el global-imperial.
Hay fuerzas políticas conservadoras, señalaba, que cuando pierden peso no dudan en emplear “todas las herramientas posibles para sobrevivir aun a costa de desacreditar a las instituciones que aseguran defender.” En Madrid se están impartiendo lecciones magistrales del género. “Fiscales y ministros son incapaces de dar explicaciones convincentes sobre actuaciones con las que, presuntamente, pretendían proteger a corruptos en el caso Lezo. El Congreso de los Diputados los reprueba, pero nada obliga al Gobierno a destituirlos”.
En este contexto, reconocía sorprendido (mi sorpresa coincide con la suya), “la Guardia Civil, nacida para combatir a bandoleros y salteadores, se ha revelado tremendamente incómoda y subversiva”. El Instituto “se antoja de lo más sólido en esta lamentable sociedad líquida, aunque ahora son las gentes presuntamente de orden las que la ponen en tela de juicio”. Los registros de la Unidad Central Operativa, la UCO, “a las sedes del PP no son paseíllos que gocen del favor del tendido de autoridades”. Tampoco aquí, en Cataluña,. cuando los registrados son otros.
Cataluña también está contaminada por virus tan hispánico, proseguía Valls. La derecha nacional, la nostra, la ex CDC, PDeCat y afines, “se comporta como cualquier asiduo al taurino palco de notables, mientras afirma que prepara el alumbramiento de la república ideal. Y como el roce hace el cariño, ya son varios los asuntos relacionados con la corrupción en los que el PP y la exCDC, solidariamente, han decidido no pisarse la manguera”. Los ejemplos de Valls: el relevo de los incómodos dos fiscales del caso 3%, que investiga la financiación ilegal de CDC en base a adjudicación de obra pública; “la ausencia de los representantes del Gobierno central en la reunión del consorcio del Palau de la Música permitió por tres votos contra dos que el organismo no acusara a la vieja CDC y que el PDeCAT se saliera con la suya”. Hay más.
Por eso, y por muchos ejemplos complementarios, cuesta mucho entender las declaraciones de estos días pasados del secretario general de Podemos. Le preocupa Cataluña, ha dicho, porque oponiéndose al referéndum y centrando la atención de la ciudadanía en este tema, el PP logra desviar la atención de su tema estrella: la corrupción.
Vale, admitamos que sea así, el PP usa Cataluña para tapar sus numerosas miserias y vergüenzas. Sin duda. Juegan a todo sin importarles nada.
Pero, ¿y los de Junts pel sí al 3%? Estos últimos, los señores, muchos señores, y algunas señoras de CDC y no sólo de CDC, ¿no usan el referéndum, el secesionismo, el antiespañolismo más zafio, el falso dret a decidir, para señalar con el dedo la luna de la nueva República catalana de las sonrisas, mientras esconden en los bolsillos, en sus masías, en sus Ferraris, en sus instituciones (que son de todas), en sus cuentas en Andorra, en Suiza y en otros paraísos fiscales,, toneladas de corrupción, engaño y manipulación? ¿Un dirigente de la izquierda española no debería pensar en términos más globales? ¿La derecha es el PP o hay más derecha en España? ¿O se está pensando en términos de futuras alianzas? ¿Todos contra el PP y pelillos a la mar con todo lo otro?
Está mejor que bien que se critique al PP pero lo de PdeCat y el clan Pujol-Ferrusola no tiene comparación posible. Ni siquiera Bárcenas ni siquiera Rato ni siquiera González. La manipulación y engaño a millones y millones de ciudadanos, envueltos en supuestas banderas de emancipación, no tiene el mismo alcance. Para aquellos, todo vale; para estos, vale todo (con el añadido: España nos roba y oprime).
Por cierto, el congreso de Diputados ha dictaminado que el PP montó una política política. Seguro. El Parlamento de Cataluña no puede dictaminar, no puede hablar porque los de la CUP y Junts pel sí se apoyan en todo. La Patria está por encima de pequeñas diferencias. Si el Parlament pudiera hablar, nos quedaríamos mudos. A la altura del PP o incluso un poco peor.
En síntesis: también aquí Cataluña se usa para desplazar la atención. También el PDeCat, la ex CDC, es una organización corrupta.
Nota
1) “Corrupción y descrédito institucional”.
https://elpais.com/ccaa/2017/05/20/catalunya/1495297122_580669.html
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