Agentes del FBI durante una inspección.
La investigación del Congreso parte de una primera acción independiente del valiente acto de David Daleiden y su Centro para el Progreso Médico con la que demostraron, con cámaras ocultas, cómo se recogían, separaban y vendían diferentes partes de bebés abortados –órganos incluidos- a clientes de todo el territorio estadounidense.
El FBI ya ha pasado a la acción y recopila pruebas entre los documentos solicitados al Congreso sobre el tráfico de restos de fetos, lo cual viola las leyes federales y estatales.
The Hill, un medio especializado en política estadounidense y especialmente en la actividad del Congreso, señala que la solicitud de esos datos se hizo recientemente al Comité Judicial del Senado cuyo presidente, el senador Chuck Grassley, ya había denunciado ante el FBI el pasado diciembre a Planned Parenthood y otras empresas abortistas semejantes por su tráfico de fetos, según recoge LifeNews.
Por su parte, Planned Parenthood se defiende argumentando que toda la información que se le requirió ya fue entregada al Congreso –más de 30.000 páginas de documentos- y que cumplen estrictamente la ley.
“Estas acusaciones no tienen fundamento y son parte de un intento ampliamente orquestado para desacreditar el programa de salud reproductiva de Planned Parenthood”, argumenta Dana Singiser, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales de la Federación de Planificación Familiar de Estados Unidos.
El Comité Judicial del Congreso concluyó que la organización abortista miraba para otro lado ante cualquier ilegalidad
Cabe mencionar que cuando hablan de “salud reproductiva” y “planificación familiar” se están refiriendo eufemísticamente al aborto.
Como ya publicamos en Actuall, Donald Trump ha conseguido que estos términos desaparezcan para referirse al asesinato de no nacidos.
No es para menos. Las pruebas aportadas por el activista David Daleiden demuestran que no sólo se desprecia la vida humana sino que además sirve de objeto de lucro. Planned Parenthood lo ha estado haciendo durante años.
“Después de que los principales médicos de Planned Parenthood fueron sorprendidos con cámara oculta negociando la venta de corazones, pulmones, hígado y cerebros abortados, dos investigaciones del Congreso confirmaron que hubo violaciones sistemáticas de la ley federal en este negocio de Planned Parenthood”, señala Daleiden.
Tras revisar todo el material, el Comité Judicial del Congreso concluyó que la organización abortista miraba para otro lado ante cualquier ilegalidad dentro de sus instalaciones.
El encomiable trabajo del Centro para el Progreso Médico
El Centro para el Progreso Médico ha publicado 17 vídeos que recogen varios de estos procedimientos, desde la selección de partes en laboratorios, hasta reuniones con cámara oculta en restaurantes donde se intentan vender como si de una carnicería se tratara.
Por todo esto, a David Daleiden le han multado con 200.000 dólarespor grabar con cámara oculta en las instalaciones de Planned Parenthood y le han acusado de desacato por difundir los vídeos
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