Algunos dicen que Kennedy en un principio estaba con el Nuevo Orden, pero que luego, como demuestran sus palabras en este discurso, se sublevó. Otros afirman que fue el único presidente verdaderamente bueno que han tenido los Estados Unidos, siendo el resto de electos meras marionetas del sistema.
Kennedy dijo así el 27 de abril de 1961:
“El poderoso despacho del Presidente ha sido utilizado para fomentar una conspiración para destruir la libertad de los estadounidenses, y antes de que abandone la presidencia debo informar a los ciudadanos sobre su destino” (John F. Kennedy, 1963)La misma palabra ‘secreto’ es repugnante en una sociedad libre y abierta, y nosotros somos, como personas, intrínseca o históricamente opuestos a las sociedades secretas, a los juramentos secretos y a los procedimientos secretos.Decidimos hace tiempo que los peligros de la ocultación excesiva e injustificable de hechos pertinentes, sobrepasan por lejos los peligros que se citan para justificar la ocultación.Incluso hoy, existe poco valor para oponerse a la amenaza de una sociedad cerrada al imitar sus restricciones arbitrarias.Incluso hoy, existe poco valor para asegurar la supervivencia de nuestra nación, si nuestras tradiciones no sobreviven con ella, y existe el gran y grave peligro de que una proclamada necesidad de aumentar la seguridad, sea arrebatada y utilizada por aquellos ansiosos e impacientes por expandir sus intenciones a los mismos límites de la censura y ocultación oficiales.A lo que yo me propongo impedir, hasta el punto que esté en mi control. Y ningún funcionario de mi administración, ya sea de rango elevado o bajo, civil o militar, debe interpretar mis palabras aquí esta noche, como una excusa para censurar las noticias, para sofocar el disentimiento, para encubrir nuestros errores, o para retener de la prensa y del público, los hechos que ellos merecen saber.Tenemos la oposición alrededor del mundo de una conspiración monolítica y despiadada, que confía sobre todo en los medios secretos para extender su esfera de influencia, a través de la infiltración, en lugar de la invasión, a través de la subversión, en lugar de elecciones, con intimidación, en vez de opción libre, con guerrillas por la noche, en lugar de ejércitos de día.Es un sistema que ha reclutado extensos recursos humanos y materiales en la construcción de un tejido hermético, una máquina altamente eficiente, que combina operaciones militares, diplomáticas, de inteligencia, económicas, científicas y políticas. Sus preparativos son encubiertos, no publicados. Sus errores se entierran, no se anuncian con titulares. Sus disidentes son silenciados, no elogiados. Ningún gasto se cuestiona, ningún rumor se imprime, ningún secreto es revelado“.
Sin duda, impresiona ver casi cinco décadas más tarde cómo los temores de este hombre se han hecho realidad. Como vemos, habla de las sociedad secretas. Claramente se refiere a grupos como los Illuminati. Esta última sociedad es la más influyente y en la que confluyen el resto. Los Illuminati son los principales artífices del plan del nuevo orden y Kennedy, temeroso de lo que querían hacer o con sentimiento de culpa por haberse involucrado con ellos, intenta avisar a la población de su país.
Hoy vemos cómo las predicciones de Kennedy se han hecho realidad. La conspiración fue tan monolítica y despiadada que el resultado cruzó fronteras y la vemos desarrollada a nivel global. Ya no hay elecciones justas, hay intimidación y manipulación en lugar de opción libre. Para constatar esto, aquí os dejo una parte de Zeitgeist: Adbendum en la que entrevistan al sicario económico John Perkins, que describe el modo en el que el nuevo orden actúa en los diferentes países objetivo.
Muchas de estas teorías proponen una conspiración la cual envolvería a organizaciones tales como el Sistema de Reserva Federal, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la KGB, la Mafia, al director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) J. Edgar Hoover, al Vice-presidente Lyndon B. Johnson y Richard Nixon, incluyendo al ejército y al gobierno de los Estados Unidos.
El chivo expiatorio fue Lee Harvey Oswald, pero se ha especulado mucho con la posiblilidad de que el chófer fuera el autor del disparo. Si os fijais en el video del asesinato se crea un efecto óptico que a primera vista te engaña, pero ampliado resulta que no es nada significativo.
En grabación, sin embargo, se ve claro que no fue el chofer.
El rifle de Lee Harvey Oswald solo disparó 3 tiros. La Comisión Warren (creada el 29 de noviembre de 1963 por el presidente Lyndon B. Johnson para investigar este asesinato), mediante testimonios de oídas, determinó que sólo tres balas fueron disparadas: Una de las tres balas no golpeó el vehículo; otra golpeó a Kennedy y pasó a través del gobernador John Connally, y el último disparo fue el que acabó con el presidente. Sin embargo, el gobernador Conally fue herido diversas veces, por lo que los disparos tuvieron que ser más de tres, lo que supone al menos un segundo tirador aparte de Oswald y significaría una conspiración. Por eso al decirse que Oswald fue el único tirador, una de sus balas debió herir más de una vez al gobernador, por lo que esta teoría se conoce como la bala mágica. Además, la trayectoria de la bala, que golpeó a Kennedy sobre el hombro derecho y pasó a través de su cuello (de acuerdo con la autopsia) debió haber cambiado un poco su curso y golpear el pecho y la muñeca de Connally. Sin duda esto descarta la posibilidad de un único autor y secunda las teorías conspiratorias. Posiblemente Lee Harvey fuera uno de los autores del crimen, seguramente extorsionado o obligado con técnicas de control mental.
Una de las teorías más plausibles es la que Salfate explica en el vídeo que vamos a ver. El chileno supone que el nuevo orden pusó fin a la vida de Kennedy tras revelar éste información clasificada sobre tecnología extraterreste a Marilyn Monroe, con la que mantendría un affaire sexual.
Muchas son las supercherías que se han contado sobre el asunto, uno de los crimenes más sonados de la historia moderna. Medio siglo después, viendo el caso con una perspectiva más global, podemos afirmar que J.F.K. fue el objetivo de una conspiración a gran escala. Con la razón o el motivo, la gama de especulaciones es más abierta, pero lo que nos queda claro, y a la vez asusta, es que nadie, por muy bien posicionado que esté dentro del entramado social que ellos han creado, está a salvo de la sombra controladora y asesina del “Novus Ordo Seclorum”.
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