Debate del PSOE en el Derechamediática Arena
Sánchez gana por K.O a Susana Díaz en el debate del PSOE
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- mayo 15º, 2017
Apareció Susana Díaz abrazando hasta las farolas con su carpeta donde ponía ‘PSOE’ para que se viera que ella era 100% sin aditivos.
Entró y tuvo 30 segundos a un metro a Javier Fernández, a su lado, pero a ella no le importó.
Tuvieron que ser los periodistas los que le recordaron que tenía a una figura inerte junto a ella.
Entonces se mostró sorprendida. Al fin y al cabo es como si fuera su mayordomo, el que ha tenido las llaves de la mansión socialista todos estos meses con poderes ejecutivos, algo ilegal y sin embargo posible en el PSUSA de la lideresa.
Tras las fotos de los tres candidatos empezó por fin el debate/combate.Parecía que por fin los militantes iban a saber cuál era el proyecto de partido de Susana Díaz, pero no fue posible.
Desde su equipo, que saca pecho con la transparencia, dijo que lo presentaría mañana, que no lo había traído al debate. Hoy no, mañana, no vaya a ser que se enteren los militantes lo que piensa hacer con su PSUSA. Se lo recordó irónicamente Sánchez “Hazlo antes del recuento por favor Susana”.
Al principio del debate Patxi López alzó la voz contra Sánchez, ya que él se va a unir a Susana Díaz, como está programado desde hace meses por Rubalcaba, el que se retiraba de la política.
Durante el primer bloque dijo 20 veces lo mismo, ‘unidad’. Vale, pero tú te vas a quedar con el que gane,te da igual cualquiera.
Reclamas que algunos cargos de los dirigentes que te siguen se cuelen en puestos de relevancia y a seguir viviendo de esto. Sin arriesgar, no vayamos a mancharnos.
no se han podemizado’ por pactar con Podemos” en referencia al discurso de la derecha política y mediática.
Y luego añadió “El PSOE debe mirar de frente al PP y nunca desde abajo” sobre su posición actual de rehén de Don Mariano.
El árbitro López los separó y dijo que no se pegaran. Pero entonces Patxi ¿Para qué se organizaba el debate/combate? López, los amaños y los tongos no les gustan al público. El debate es para dilucidar quién es el mejor.
Continuó la velada con López diciendo que había que mirar al futuro. Claro, si no dimites de tu escaño y saltas como liebre, es mejor que no te lo recordemos ¿verdad?
Ni tampoco el papel de la lideresa en la coordinación, maquinación y ejecución del ‘golpe’. Aquí todos amigos, arepartirnos carguitos y ya está. No se trata de eso, en política hay que mojarse, tener palabra y principios.
De nuevo Susana Díaz recurrió a los golpes bajos, para sacar toda la ira que tenía dentro porque van cuatro gatos a verla a los mítines. Dijo que no iba a insultar a sus compañeros, pero se le giró la cabeza y le espetó a Sánchez: “No digo que seas voluble, cambias de opinión en función de lo que te viene bien”.
Ella, con todo su cariño le respondió: “Entiendo que trates de justificar las derrotas, pero tu problema no soy yo. Elegiste una ejecutiva, solo siete quedan trabajando en torno a ti, tampoco tus portavoces parlamentarios, Zapatero no se fía de ti, Felipe González piensa que lo has engañado.
Tu problema eres tú, Pedro. La gente no se fía de ti. Deberías hacértelo ver” y para rebajar la brutalidad de sucariñoso ataque a su compañero dijo “Creo en el PSOE como un instrumento de cambio, orgulloso y reconocible“.
Fue un durísimo derechazo de la que no venía a insultar. Al escuchar esto y viendo que la sultana podía entrar en modo Peggy zurrando a laRana Gustavo, dijo algunas palabras sobre coherencia para apaciguar. Al escucharlas Sánchez le recordó: “Por coherencia y credibilidad estoy en el paro. Si la abstención fue un error, podías haber renunciado al acta, Patxi“. Tremendo gancho ético de izquierdas cargado con la palabra hereje, ‘dimisión’.
El árbitro se tambaleó, pero Susana le agarró por la nuca y lo mantuvo en pie. Sonó la campana para un descanso de 5 minutos y la lideresa dijo “a ver si se calma el nene“.
vía portuguesa” o ser una “fuerza subalterna a la derecha” con la “Gran Coalición” y llegar a ser “tercera o cuarta fuerza política”. Luego añadió: “No se puede cuestionar diariamente al secretario general, porque debilitamos a la organización y damos armas a la derecha mediática y política. El 21 de mayo habrá unidad y habrá lealtad con el resultado electoral. Espero que sea igual con el resto de candidatos”.
A su vez dijo que no se debían acumular cargos en el partido comoCospedal, en referencia al proyecto del Susanato y añadió: “Desconocemos el modelo de partido de Susana. (…) Hazlo antes del recuento por favor Susana” recordando que la lideresa no había traído ni siquiera el proyecto de partido, mostrando su verdadero interés en que lo supiera la militancia.
Para dejar a su contrincante K.O recordó como la lideresa había tenido una carrera fulgurante plagada de ‘gestoras’: “Fue muy duro aquel día. (…)Y todo para abstenernos ante el PP.
Ahí dejó ‘grogui’ al tándem tongosusanil López Díaz, a falta de un último ‘asalto’. Susana balbuceó “aumentando la participación de los militantes”pero no especificó más. Además Díaz añadió que ella había “respetadosiempre la voluntad de los militantes”.
Tras esto hasta el árbitro la miró extrañado. Quizás había perdido la memoria y se había olvidado como derrocó al secretario general elegido por la militancia. “No diré que cuento con los militantes” detalló Díaz, y luego versionó el lema de Trump Make PISOE Great Again.
Segundos después afirmó mientras caminaba en zig zag, “Creo tanto en la democracia de este partido que me presento a estas primarias y asumir la responsabilidad de hacerlo, y decidí presentarme tras la afirmación de que hay bandos”. Como si no hubiera fomentado ella los bandos y hubiera organizado un ‘golpe’ democrático y juvenil con las momias del aparato.
La Púgil del Aparato, K.O. por un golpe de izquierda ética
Hasta Patxi López se dio cuenta de que no estaba bien. Estaba fuera del combate de la ética, la democracia y la coherencia. El árbitro, viendo lo que decía, la sentó en su rincón y le dieron aire con una toalla. Estaba derrotada.
En el último asalto, el minuto de oro, López repitió lo mismo y aseguró que se pondría a “disposición del vencedor”.
Susana, que miraba las luces del Derechamediática Arena, levantó el dedo y dijo tambaleante: “Aspiro a liderar el partido desde la humildad, la decencia y la generosidad.”. El público se reía de sus palabras y entonces su equipo salió a sentarla de nuevo y darle agua.
Sánchez levantó los brazos como claro vencedor y dijo: “O curar o cronificar la abstención. (…) Pido el voto para luchar contra el PP, y no condenarnos a languidecer y ser la tercera o cuarta fuerza política. El PSOE será de nuevo ganador cuando sea coherente y generoso, creíble, que sea la última vez que un secretario general tenga que dimitir por cumplir la palabra dada”.
Los jueces del Derechamediática Arena dijeron que había ganado López, el árbitro, y le fueron a entregar el cinturón de oro. Entonces la militancia comenzó a quejarse y a tirar almohadillas. Los jueces tuvieron que largarse llevándose a Díaz que repetía “he ganado, he ganado. Make PISOE Great Again”
Ante el revuelo ocasionado, la decisión finalmente la tomará el público el próximo domingo 21 de mayo con su voto secreto, sin tongos, ni jueces ni árbitros comprados.
En cuanto a Díaz, es difícil causar peor impresión y obtener un desastre mayor. Y eso que lo llevaba todo preparado y que obviamente había apalabrado antes con López hacer una pinza a Sánchez. Ni aun así.
En la distancia corta, la caudilla es literalmente insufrible.
Trajo una alternancia de agresividad de muy mal fondo y unos ditirambos arcangélicos y medio lacrimógenos que movían a risa. Pero no dejó de mirar a la cámara ni un segundo. Se dirigía a sus interlocutores de lado porque no le interesaban ya que le interesaban los televidentes.
Prueba de que era todo preparación.
Y hasta en eso falló por ineptitud: hay que mirar al objetivo para colocar el mensaje en directo... pero sin atosigar, sin avasallar, dejando respirar al oyente.
De otro modo solo consigues despertar iritación.
Lo más llamativo fue su agresividad con expresiones de una vulgaridad bochornosa como "No mientas, cariño" o "háztelo ver" que descalificarían a cualquiera en un debate con gente respetable. No traía discurso. Dice que lo presentará mañana.
He aquí uno de los fallos de Sánchez por su temor a patinar.
Tenía que haberle preguntado por qué iba al debate y se guardaba las propuestas (que obviamente ya debe de tener) para el día siguiente. La respuesta está clara: para atacarlo a él , que es a lo que iba.
Ataque tras ataque, repitiendo mentiras y medias verdades. Que Sánchez es perdedor, que 85 diputados, que si segundo...
Los que hundieron el PSOE fueron sus dos grandes apoyos, Zapatero y Rubalcaba, los Zipi y Zape del desastre del PSOE. Rubalcaba perdió 4.285.000 votos y 59 escaños en 2011 y, encima, se pasó cuatro años compadreando con el gobierno de la derecha más corrupta de Europa y siendo cómplice de ella.
Lo cual explica por qué apareció Podemos. Si Rubalcaba hubiera tenido que competir con Podemos, como luego Sánchez, sus resultados habrían sido aun peores.
Pero eso no le importaba a la caudilla cuya misión era glorificar un abstracto PSOE y cargar contra un concreto Sánchez, el único que puede evitar el desastre que esta marrullera generaría en el muy improbable caso de que gane.
Y si la agresividad irrita, lo lacrimógeno e impostadamente inocente, infantil, humilde, socialista del corazón (el "PSOE" está malito") mueve a risa.
Basta escucharla dos minutos para darse cuenta de que todo es falso, urdido, falaz y que esta señora es una mala persona en traje de faralaes. Ahora ya lo ha visto todo el mundo.
De López es poco lo que cabe decir porque su discurso fue una pura monodia por encargo, pero sí interesa analizar un aspecto en él oculto porque tiene consecuencias de índole general.
López hablaba como socialista y como vasco, mezclando las dos facetas, cual suele suceder con los políticos vascos sin que los españoles resuellen.
Como socialista tenía ciertamente derecho a hablar y proponer de un asunto de su partido y nadie puede negarlo. Como vasco ya no está tan claro que pueda hablar de las cosas de España y los españoles cuya "igualdad" le resulta tan querida teniendo en cuenta que, a efectos fiscales, en realidad, habla sobre otro país, en el que no tiene derecho a hacerlo porque no contribuye a la caja común, como las demás Comunidades Autónomas.
De no ser un hipócrita redomado (que lo es) hubiera debido callarse estas cuestiones y, desde luego, no haber planteado a Sánchez con chulería una cuestión en la que él es un analfabeto, como es la de la nación.
Otro momento en que Sánchez perdió otra ocasión de responder con justicia y rapidez "¿Si sé qué es una nación? Claro.
El que no lo sabes eres tú que, a fuer de vasco, la sientes en el bolsillo por valor de 500 millones de Euros." Y zanjado el asunto. Claro que a López esto no le importa. Su única función en esta fiesta es restar votos a Sánchez.
Y aquí viene el ganador que lo fue por las favorables circunstancias. Por supuesto, estuvo muy bien, fue elegante y discreto, no respondió a las tarascadas de Díaz ni se puso a su bajura, cosa que la gente agradece. También estuvo correcto y hasta generoso con López, a pesar de los puntapiés en la espinilla que este monaguillo le atizaba.
En general ganó en imagen y lenguaje no verbal. Dosificó bien su atención entre la cámara y sus contrincantes.
Pero eso no hubiera bastado. De haber tenido interlocutores de más nivel lo hubiera pasado mal y, desde luego, no se apuntaría esa ventaja sobre aquellos.
Por supuesto, no hay duda de que, a diferencia de los otros dos intervinientes está convencido de lo que dice. Estar convencido de lo que se dice, decir lo que se piensa, es un privilegio que los otros dos, embusteros sin remedio, ni huelen.
No obstante, no es suficiente con estar convencido; es preciso ser convincente. Y ese es el punto más débil de Sánchez: no es tan convincente en las distancias cortas como en las largas, en los mítines y discursos.
Hizo muy bien en no responder a los machacones ataques de la caudilla (tan tóxicos como los del PP) sobre su versatilidad. Presumir de fortaleza granítica en un tiempo en el que para sobrevivir hay que cambiar y evolucionar ya es ridículo.
Pero que lo haga una politica que ha cambiado de opinión, de lealtades y de criterio muchas más veces y no puede decir lo que piensa, entre otras cosas porque no piensa, es todavía peor.
Hizo bien asimismo en no responder a las provocaciones ni permitir que el debate descendiera a navajeo.
Y también en concentrarse en cuestiones objetivas, de interés común, positivas. Pero le falta brío y rapidez y tiene que poner más fuego en sus convicciones. Tiene miedo a las palabras, a las grandes palabras, cosa comprensible hasta cierto punto, viendo lo que tenía enfrente.
Pero el interés del debate no era que lo escucharan los dos compinches, sino que lo escuchara la ciudadanía. Hizo mucho en este sentido puesto que fue el único que planteó la confrontación con la vista puesta en las elecciones generales mientras la caudilla reserva sus misterios para mañana y al otro eso le cae grande.
Precisamente por ello debiera haber sido más contundente en el uso de términos que van más allá de lo cotidiano.
Fue el único que habló en serio de la juventud, del precariado, del socialismo del siglo XXI, de la nueva socialdemocracia, de la izquierda, de la plurinacionalidad, de la corrupción, de la transparencia, de la democracia.
Pero en un tono amable, ligero, como quien no quiere abrumar con grandes propósitos. Y justamente eso es lo que los electores estamos pidiendo: grandes propósitos claramente formulados.
Por ejemplo, los tres dijeron que querían derogar la reforma laboral. OK. Pero ¿para hacer qué? Por ejemplo, para acabar con el precariado.
Los tres hablaron del socialismo, pero el único que lo vinculó claramente a la militancia fue Sánchez. Nada le costaría señalar que esa es la democracia socialista y por eso propone una nueva socialdemocracia.
Y en cuanto a la cuestión nacional (que ha acabado imponiéndose como la más importante a pesar del afán de los nacionalistas españoles por negarla) también hay que romper tabúes. Esa acrítica aceptación de que la militancia del PSOE y, en general, el pueblo español solo entienden el lenguaje de la cabra de la legión no es de recibo.
La gente es mayor de edad y sabe que cerrarse en banda del brazo del PP (justo lo que quiere este, El País, el Ibex35, etc) es la receta para la confrontación y el conflicto.
Es esencial entender que en democracia se puede hablar de todo pues, si no, no es democracia. Y de todo es también una solución negociada en Cataluña
Mi única preocupación ahora es que, a la vista de este apabullante resultado, que afirma el de los avales, los golpistas, la junta gestora, la caudilla y otros poderes fácticos, monten un pucherazo. Capaces son. Lo han demostrado sobradamente.
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