Benjamin Franklin (1706 - 1790) escribió en su periódico “Philadelphia” que “no fue en Francia sino en América donde las ideas de la Ilustración masónica se tradujeron en política práctica para un nuevo sistema de gobierno como demuestran la Declaración de independencia y la Constitución”. Franklin perteneció a la primera logia de Nueva Inglaterra fundada (1730) en Filadelfia, la ciudad de los cuáqueros. Llegó a ser Gran Maestro. Es uno de los precursores de la independencia. Dicen que el fundador de la Casa Rothschild le entregó el famoso icono de la pirámide y el ojo “que todo lo ve”, que se puede ver en el billete del dólar americano.
Rothschild estaba convencido de que el verdadero poder es el dinero, por lo que deseaba que el símbolo iluminista máximo se incluyera en el papel moneda de la nación destinada a liderar la Nueva Era anti-católica, heredera del Imperio Británico. Este símbolo es un icono esotérico, incluso diabólico: el tercer ojo de Shiva el destructor, el ojo del tuerto Horus hijo Osiris e Isis, el dios hindú del mal-símbolo védico de la clarividencia-, el poder intuitivo, la iluminación del conocimiento o la piedra filosofal de los alquimistas medievales.
Franklin fue (1756) miembro de la Royal Society de Londres, sociedad pseudo-científica para-masónica. Fue embajador en Paris hasta 1785 y miembro de la logia “Nueve hermanos” en la que militaba su amigo Voltaire, padre de la Ilustración.
En el billete de un dólar, encima del "Ojo masónico del dios Shiva" (Horus-Moloc-Baal-Saturno) se lee “Annuit Coeptis” que significa: “Él-Satán” ha aprobado nuestro proyecto. Es un lema característico del Gnosticismo masónico.
Debajo de la pirámide se lee “Novus Ordo Seculorum” que significa “Nuevo Orden para los Siglos”. Esta frase de Virgilio es una equiparación con el Imperio romano, cuando (1716) nadie podía pensar (excepto la Jerarquía iluminista), que las colonias rebeldes llegarían a convertirse en el imperio más poderoso de la tierra.
Gran Bretaña perdió la Guerra de independencia de las colonias porque le interesaba a la Jerarquía iluminista. La mayoría de los generales de ambos bandos (20 de 29) eran masones. Este modelo masónico de control de ambos bandos en las guerras fue mejorado en las guerras napoleónicas y de la independencia de los territorios de Hispanoamérica. Los firmantes de la Declaración de independencia (Franklin, Jefferson, Adams…) eran mayoritariamente masones (50 de 56).
George Washington, primer presidente USA (1789- 1797) fue un agente de la Jerarquía iluminista, en 1754 fue elegido Gran Maestro de la Masonería Simbólica.
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