Entonces un grupo de grandes Seres Insectoides, fue a Orión para tomar
muestras de la Nebulosa (incluyendo Ergomenones), como parte de un estudio
tanto científico —para mejorar su raza— como espiritual, pues deseaban
comprender el misterio de la Creación de las Esencias.
La Nebulosa de Orión tiene una contraparte espiritual, conocida como RAH,
«El Dador de Vida». Precisamente, RAH es el «Estanque Cósmico», el Espíritu o
«Alma Mater», de donde «destilan» las Esencias o Almas de los Seres
Inteligentes de la Constelación de Orión.
(Aunque Nordac se refiere a RAH como «El Dador de Vida», tal vez sea más
correcto decir «La Dadora de Vida», ya que es concebida como una Madre
Cósmica).
El grupo Insectoide procedía del Planeta Acudrux, del Sistema Antares de
Escorpio.
Esta visita no fue bien recibida, por cuanto el celo de los Orionitas
frente a la «Santidad» de RAH o «El Dador de Vida» era extremo. Y la tensión no
pudo ser manejada, teniendo en cuenta que los visitantes de Antares, estaban
haciendo sus estudios, sin haber comunicado de ello al Consejo de Orión.
A consecuencia de este episodio, estalló una verdadera Guerra que
comprometió a otras Civilizaciones Extraterrestres. Una Guerra en la que mundos
enteros fueron exterminados.
Fueron empleadas armas terribles y mortíferas, y los líderes de ambas
partes —Orión y Escorpio— concentraron su avance tecnológico en la creación de
nuevas armas y hasta Ejércitos de Clones. (en la actualidad nuestros mandatarios son clones)
En Orión se creó genéticamente una raza, al servicio de esta Guerra. Aunque
de cuerpo frágil y pequeña estatura, aquellos hombrecillos grises serían
dotados de una gran capacidad de aprendizaje, constituyéndose en poderosos
científicos y operadores de tecnología. Eran los principales aliados de los
Orionitas.
Pero no fue suficiente.
Los Antarianos habían desarrollado armas letales que estaban inclinando la
balanza a su favor. Sin embargo, para los Orionitas la Guerra continuaría, aún
a costa de su propia desaparición, que no parecía tener tanta importancia como
los mundos inocentes que se vieron afectados directa o indirectamente por esta
espantosa Guerra Cósmica, conocida en los Grupos Rahma como «La Guerra
Antigua».
Conmovido por el peligroso desarrollo de esta Guerra, el Comandante Supremo
de las Fuerzas de Orión, Satanel o Satanael —un Hombre-Serpiente del Sistema
Rigel de Orión—, llevó a cabo una intensa campaña por conseguir una tregua en
medio del enfrentamiento cósmico, lo cual logró, entrevistándose inclusive con
el mismísimo Consejo de Antares. Fue el inicio de la Paz.
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