Capital Economics, una de las principales casas 'independientes' de análisis utilizadas para tomar decisiones por los fondos de inversión de laCity londinense considera que "los enormes costes que supondría la independencia catalana hacen improbable la secesión".
"La independencia sería negativa para España.
Cataluña tiene el 16% de la población española,pero supone el 19% del PIB y un 25% de las exportaciones.
También contribuye de una manera desproporcionada a la recaudación de impuestos, un 21%.
Si Cataluña fuera independiente, España tendría un mayor déficit fiscal que financiar y la confianza de empresas y consumidores podría deteriorarse".
En una nota enviada a sus clientes, Capital Economics señala que "una declaración unilateral de independencia tras el referéndum de octubre podría desestabilizar las economías de Cataluña y España.
Por ello, junto a las barreras políticas y legales a la secesión, lo más probable es que se alcance un acuerdo para dar más autonomía a Cataluña".
Pero Cataluña tampoco saldría bien parada, según Stephen Brown, economista para el sur de Europa de Capital Economics.
"A menudo se argumenta que la región sería más próspera si se independiza. La lógica es que el actual déficit presupuestario de Cataluña de un 1% del PIB se convertiría en un superávit del 5% sin tener que hacer transferencias a España. Pero hay que recordar que Cataluña es una de las regiones más endeudadas.
En caso de un acuerdo con España [para separarse], Cataluña tendría que asumir su parte de la deuda del Gobierno central.
Si este reparto se basara en el PIB, Cataluña acabaría con una deuda sobre el PIB del 115% -superior al 100% del conjunto de España-. Como el coste de los bonos catalanes es superior al de los españoles, esto podría anular cualquier ganancia por el fin de las transferencias".
Al margen de ese impacto negativo fiscal que podría tener la secesión, "Cataluña podría mantener el euro pero podría perder los beneficios que obtienen sus miembros. Por ejemplo, perdería al BCE como prestamista de último recurso, por lo que los requerimientos de reservas de los bancos deberían ser elevados. Esto podría llevar a mayores tipos de interés y reducir el préstamo".
En caso de que Cataluña se separa de forma unilateral y no acepte asumir parte de la deuda del conjunto de España, la consultora advierte de que "Cataluña no lograría el reconocimiento de la comunidad internacional, dejaría de ser miembro de la UE y se uniría a la pequeña lista de países que no están en la Organización Mundial del Comercio(OMC), por lo que afrontaría significativas barreas al comercio.
La demanda externa caería, el paro subiría y las importaciones se harían más caras. En otras palabras, los estándares de vida se deteriorarían".
Todas estas consecuencias negativas hacen que Capital Economics confíe en un acuerdo entre ambas partes. Pero admite que "es difícil de predecir este proceso, que está basado en ideologías políticas más que en la economía".
La opinión generalizada en la City es que el referéndum no llevara a la independencia a corto plazo, pero varios analistas de los bancos de negocios creen que la tensión política entre los Gobiernos central y catalán puede llevar a un aumento de la prima de riesgo de España por la incertidumbre de ese conflicto a medio plazo, informa Expansión.
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