La hucha de las pensiones demuestra las mentiras del Partido Popular
- Ver original
- marzo 12º, 2016
El Gobierno del Partido Popular ha vuelto a tirar de la hucha de las pensiones, hecho que demuestra claramente que el PP utiliza sistemas propagandísticos para intentar que la ciudadanía tenga una vissión de la realidad pasada por el filtro de las cifras macroeconómicas sin tener en cuenta la situación que se vive en el país en materia de empleo y pensiones.
Hace unas semanas Diario16 publicó un artículo donde se nos mostraba la difícil situación del sistema público de pensiones teniendo en cuenta la realidad actual.
Sin embargo, desde el Gobierno se nos lleva insistiendo durante más de dos años que España se está recuperando y que nuestro país es la máxima potencia de Europa en creación de empleo. Esto es cierto desde el punto de vista cuantitativo, pero es totalmente falso desde lo cualitativo y está afectando negativamente no sólo en el presente sino también en el futuro.
Teniendo en cuenta el perfil dominante en el empresariado español es muy posible que la nula calidad del empleo que se crea en España pueda llegar a institucionalizarse.
Si las afirmaciones propagandísticas del Partido Popular en materia de empleo tuvieran una base cualitativa, haría ya años que no habría hecho falta tirar del Fondo de Reserva para poder cumplir con los compromisos con nuestros pensionistas.
Si el empleo creado fuera de calidad, no habría hecho falta tirar del Fondo de Reserva
Veamos algunos datos del propio Ministerio de Empleo que sustentan lo afirmado anteriormente. Durante el mes de noviembre subió el paroregistrado en 24.841 personas y los cotizantes a la Seguridad Social bajaron en 32.832.
Estos datos absolutos ocultan el contexto del empleo en España y, por ende, de nuestro sistema de pensiones.
En los mismos datos del Ministerio de Empleo encontramos lo que realmente retrata las consecuencias de las inexistentes políticas de empleo del Partido Popular.
En el mes de noviembre se han firmado en España un total de 1.743.708 contratos, de los cuales 1.588.854 son temporales.
En tasa anual, en España se han firmado 18.279.936 contratos de los cuales 16.688.968 son temporales (91,2%).
Que en un mes se formalicen más de un millón de contratos, de los cuales un 91,1% son temporales, o que en 11 meses en España sean necesarios más de 18 millones de contratos, de los que el 91,2% son temporales, para una reducción del paro registrado de 722.293 personas (16%) ya da una idea de la precariedad del mercado de trabajo español.
No obstante, los datos nos revelan más cosas como la alta tasa de contratos a jornada a tiempo parcial, que es lo que realmente marca el nivel de precariedad dado, sobre todo, el bajo nivel salarial.
Por otro lado, tenemos un dato que es muy relevante.
El número de horas trabajadas semanalmente fuera de la jornada laboral no remuneradas se estima en 3,5 millones, según la Encuesta de Población Activa.
Si hacemos una trasposición de lo que supondría este dato a un empleo a jornada completa estaríamos hablando que los empresarios están hurtando 87.000 empleos.
Si a todo lo anterior le sumamos los bajos salarios o las personas que están desempleadas y que están excluidas de los datos oficiales nos encontramos con que lo que está pasando con el sistema de pensiones es la consecuencia principal de una estrategia de la derecha para, en primer lugar, depauperar las pensiones públicas y ponerlas en riesgo y, por otro lado, beneficiar los intereses privados de los grandes bancos y de las grandes aseguradoras para incentivar la contratación de planes de pensiones.
Los mensajes de Fátima Báñez, de Mariano Rajoy o de cualquier miembro del Partido Popular en cuanto se le pone un micrófono delante son claros: España se está recuperando, España es la máquina de crear empleo en la Unión Europea, España crea más de medio millón de empleos al año, etc., etc.
En cifras absolutas puede que tengan razón, pero en lo referido a empleo o a las pensiones los matices son los que nos demuestran que todo lo que nos quieren vender no es otra cosa que una añagaza de proporciones bíblicas.
Si el mercado laboral español no reacciona y entra en una senda que no esté basada en la precariedad, en la temporalidad, en la estacionalidad o en la explotación de los trabajadores nuestro sistema de pensiones públicas está muerto.
Sin embargo, nada indica que el gobierno quiera salir del camino erróneo que tomó desde la aprobación de la Reforma Laboral, sobre todo porque ellos mismos se están creyendo datos absolutos que no reflejan lo que realmente está ocurriendo en el mundo del trabajo español.
El mercado laboral español debe abandonar la precariedad para que no demos por muerto nuestro sistema de pensiones públicas
Decimos que nuestro sistema de pensiones estará muerto en un plazo muy corto de tiempo porque aquél se nutre de las cotizaciones de los trabajadores y de las empresas.
Las aportaciones se basan en la base de cotización bruta del trabajador.
Si tenemos un nivel salarial en las escalas medias y bajas similar al que había en los años noventa y a esto le unimos unas condiciones laborales más propias del siglo XIX que del XXI, nos encontramos con que el sistema de pensiones no recauda lo suficiente para mantener las jubilaciones de quienes cotizaron hace años.
No se engañen ustedes con los datos que afirman que el nivel salarial se ha igualado a los años pre-crisis porque lo que demuestra es que las escalas altas han aumentado su capacidad adquisitiva a costa de las medias y bajas.
Es el cuento del pollo y los dos comensales: si dos personas tienen un pollo y una se lo come, según la estadística cada una se ha comido medio pollo.
Eso es lo que está ocurriendo con los salarios en España.
Si al ínfimo nivel salarial le unimos la precariedad del empleo que demuestran las propias cifras oficiales nos encontramos con un panorama en que ya se están preparando los cirios para el velatorio de nuestro sistema de pensiones.
En un país donde se crece a una media del 3% en lo referido al PIB no es muy normal que se tenga que recurrir al Fondo de Reserva cada vez que hay que pagar la extra a nuestros jubilados.
Por eso cada vez que el Gobierno del Partido Popular mete la mano en la hucha de las pensiones está reconociendo su fracaso y que toda su propaganda no es más que una composición de artimañas con el único objetivo de vender humo, un humo que ha llevado a los españoles a vivir en unas condiciones más propias de una posguerra.
- Ver original
- marzo 12º, 2016
El Gobierno del Partido Popular ha vuelto a tirar de la hucha de las pensiones, hecho que demuestra claramente que el PP utiliza sistemas propagandísticos para intentar que la ciudadanía tenga una vissión de la realidad pasada por el filtro de las cifras macroeconómicas sin tener en cuenta la situación que se vive en el país en materia de empleo y pensiones.
Hace unas semanas Diario16 publicó un artículo donde se nos mostraba la difícil situación del sistema público de pensiones teniendo en cuenta la realidad actual.
Sin embargo, desde el Gobierno se nos lleva insistiendo durante más de dos años que España se está recuperando y que nuestro país es la máxima potencia de Europa en creación de empleo. Esto es cierto desde el punto de vista cuantitativo, pero es totalmente falso desde lo cualitativo y está afectando negativamente no sólo en el presente sino también en el futuro.
Teniendo en cuenta el perfil dominante en el empresariado español es muy posible que la nula calidad del empleo que se crea en España pueda llegar a institucionalizarse.
Si las afirmaciones propagandísticas del Partido Popular en materia de empleo tuvieran una base cualitativa, haría ya años que no habría hecho falta tirar del Fondo de Reserva para poder cumplir con los compromisos con nuestros pensionistas.
Si el empleo creado fuera de calidad, no habría hecho falta tirar del Fondo de Reserva
Veamos algunos datos del propio Ministerio de Empleo que sustentan lo afirmado anteriormente. Durante el mes de noviembre subió el paroregistrado en 24.841 personas y los cotizantes a la Seguridad Social bajaron en 32.832.
Estos datos absolutos ocultan el contexto del empleo en España y, por ende, de nuestro sistema de pensiones.
En los mismos datos del Ministerio de Empleo encontramos lo que realmente retrata las consecuencias de las inexistentes políticas de empleo del Partido Popular.
En el mes de noviembre se han firmado en España un total de 1.743.708 contratos, de los cuales 1.588.854 son temporales.
En tasa anual, en España se han firmado 18.279.936 contratos de los cuales 16.688.968 son temporales (91,2%).
Que en un mes se formalicen más de un millón de contratos, de los cuales un 91,1% son temporales, o que en 11 meses en España sean necesarios más de 18 millones de contratos, de los que el 91,2% son temporales, para una reducción del paro registrado de 722.293 personas (16%) ya da una idea de la precariedad del mercado de trabajo español.
No obstante, los datos nos revelan más cosas como la alta tasa de contratos a jornada a tiempo parcial, que es lo que realmente marca el nivel de precariedad dado, sobre todo, el bajo nivel salarial.
Por otro lado, tenemos un dato que es muy relevante.
El número de horas trabajadas semanalmente fuera de la jornada laboral no remuneradas se estima en 3,5 millones, según la Encuesta de Población Activa.
Si hacemos una trasposición de lo que supondría este dato a un empleo a jornada completa estaríamos hablando que los empresarios están hurtando 87.000 empleos.
Si a todo lo anterior le sumamos los bajos salarios o las personas que están desempleadas y que están excluidas de los datos oficiales nos encontramos con que lo que está pasando con el sistema de pensiones es la consecuencia principal de una estrategia de la derecha para, en primer lugar, depauperar las pensiones públicas y ponerlas en riesgo y, por otro lado, beneficiar los intereses privados de los grandes bancos y de las grandes aseguradoras para incentivar la contratación de planes de pensiones.
Los mensajes de Fátima Báñez, de Mariano Rajoy o de cualquier miembro del Partido Popular en cuanto se le pone un micrófono delante son claros: España se está recuperando, España es la máquina de crear empleo en la Unión Europea, España crea más de medio millón de empleos al año, etc., etc.
En cifras absolutas puede que tengan razón, pero en lo referido a empleo o a las pensiones los matices son los que nos demuestran que todo lo que nos quieren vender no es otra cosa que una añagaza de proporciones bíblicas.
Si el mercado laboral español no reacciona y entra en una senda que no esté basada en la precariedad, en la temporalidad, en la estacionalidad o en la explotación de los trabajadores nuestro sistema de pensiones públicas está muerto.
Sin embargo, nada indica que el gobierno quiera salir del camino erróneo que tomó desde la aprobación de la Reforma Laboral, sobre todo porque ellos mismos se están creyendo datos absolutos que no reflejan lo que realmente está ocurriendo en el mundo del trabajo español.
El mercado laboral español debe abandonar la precariedad para que no demos por muerto nuestro sistema de pensiones públicas
Decimos que nuestro sistema de pensiones estará muerto en un plazo muy corto de tiempo porque aquél se nutre de las cotizaciones de los trabajadores y de las empresas.
Las aportaciones se basan en la base de cotización bruta del trabajador.
Si tenemos un nivel salarial en las escalas medias y bajas similar al que había en los años noventa y a esto le unimos unas condiciones laborales más propias del siglo XIX que del XXI, nos encontramos con que el sistema de pensiones no recauda lo suficiente para mantener las jubilaciones de quienes cotizaron hace años.
No se engañen ustedes con los datos que afirman que el nivel salarial se ha igualado a los años pre-crisis porque lo que demuestra es que las escalas altas han aumentado su capacidad adquisitiva a costa de las medias y bajas.
Es el cuento del pollo y los dos comensales: si dos personas tienen un pollo y una se lo come, según la estadística cada una se ha comido medio pollo.
Eso es lo que está ocurriendo con los salarios en España.
Si al ínfimo nivel salarial le unimos la precariedad del empleo que demuestran las propias cifras oficiales nos encontramos con un panorama en que ya se están preparando los cirios para el velatorio de nuestro sistema de pensiones.
En un país donde se crece a una media del 3% en lo referido al PIB no es muy normal que se tenga que recurrir al Fondo de Reserva cada vez que hay que pagar la extra a nuestros jubilados.
Por eso cada vez que el Gobierno del Partido Popular mete la mano en la hucha de las pensiones está reconociendo su fracaso y que toda su propaganda no es más que una composición de artimañas con el único objetivo de vender humo, un humo que ha llevado a los españoles a vivir en unas condiciones más propias de una posguerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta